martes, 30 de noviembre de 2010

NENE, ANDÁ A JUGAR AL FONDO



Cuando el Pelado opina que los adultos deberíamos fomentar el sano esparcimiento en los niños, por algo es. Y si no me creen, pongan atención a esta noticia.

El pequeño James Hyatt, de apenas cuatro años de edad, andaba de excursión en Hockley (Essex, Reino Unido). Paseaba junto a su padre, caminando mientras jugaba con un pequeño detector de metales que le había regalado su abuelo.
De pronto, el detector señaló la presencia de un objeto metálico bajo tierra. Y James llamó contento a su papá, el cual procedió a cavar un poco en el lugar.
Cuál no seria su sorpresa cuando desenterró un objeto que parecía ser de oro:


Analizado el mismo, se descubrió que se trataba de un relicario del siglo XVI, con un 73 por ciento de oro en su composición.
No sólo es valiosísimo, sino que es un objeto raro: apenas se tiene noticia de tres relicarios similares al encontrado por el pequeño James.

Los expertos consultados afirman que posiblemente haya pertenecido a la familia de Enrique VIII y que su valor rondaría fácilmente los 2 millones y medio de libras.
De inmediato, el Museo Británico y el Southland Museum se pusieron en contacto con la familia del niño, manifestando su interés en adquirir la pieza.

Amigo/a lector/a de este blog: creo que es hora de que saque a sus hijos de delante de la TV, la consola de juegos o la computadora y los convenza de jugar un poco al aire libre. Puede ser una experiencia enriquecedora.

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL FALSO JESUITA DE LOS PINCELES


Comenzó a circular por varios museos de arte del mundo una información confidencial, que alerta sobre un falsificador muy especial.

El misterioso delincuente se presenta haciéndose pasar por sacerdote jesuita, usando el nombre de Padre Arthur Scott. Usando ese personaje como fachada, acude a un museo afirmando querer donar una obra de arte.
Suele afirmar que la obra pertenecía a su madre recientemente fallecida, indicando que su condición de sacerdote no le permite conservar esa pieza y, por tanto, desea donarla.

Contra lo que pueda pensarse, no termina pidiendo dinero alguno por la obra. Lo cual, probablemente, termina por convencer del todo a los responsables de los museos engañados.
Más aún, el misterioso personaje paga sus estadias de su propio bolsillo, aceptando si acaso alguna cena de parte de sus inesperados interlocutores. Cuando logra donar las pinturas, desaparece.


¿A quienes ha engañado hasta ahora? A varios museos de Estados Unidos.
Siempre con el mismo "modus operandi", ha colocado en donación obras falsas de por lo menos tres pintores famosos: Picasso (que no necesita presentación), Paul Signac (un neoimpresionista famoso por desarrollar la técnica del "puntillismo") y Honoré Daumier (artista francés que experimentó con diversas técnicas pictóricas y escultóricas).

Resulta muy dificil pretender entender las motivaciones concretas que pueda tener el falso jesuita de los pinceles.
Si su idea es la de disfrutar el engaño por el engaño, hasta ahora no le ha resultado demasiado bien: los cuadros no han pasado la prueba del examen de los expertos.
Si por el contrario, intenta hacer un experimento para luego poner otros cuadros a la venta o subastarlos, no parece que pueda tener éxito: cualquier venta o subasta se realiza con exámenes previos de expertos (al contrario de una donación).

Como quien dice, un misterio.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Y TIRIRICA PASÓ EL EXAMEN


Ya les había contado por acá que, en Brasil, el payaso Tiririca había resultado electo diputado.
Pero al parecer, la clase política de ese país se sintió molesta y trató de sacudirse de encima al hombre: exigieron que pasara un examen, demostrando que no es analfabeto.

Y Tiririca pasó el examen.

Compareció ante el Tribunal Electoral correspondiente, leyó en voz alta algunos titulares del periódico "Jornal da Tarde" y unos fragmentos de un libro sobre justicia electoral, del cual posteriormente le hicieron un dictado.

Salvo que surjan nuevos inquéritos, el payaso Tiririca ocupará su escaño el 1º de febrero de 2011.
¿Será su actuación mejor o peor que la de los diputados usuales? Nadie puede saberlo.
Después de todo, muchos políticos actúan dos por tres como payasos, asi que no creo que Tiririca pueda desentonar demasiado.

domingo, 21 de noviembre de 2010

PELÍCULAS MENORES, PALABRAS MAYORES



A veces, en las peliculas consideradas "menores" es donde se encuentran agradables sorpresas.
Por lo menos, ese es el caso de "Hachi" ("Siempre a su lado" en estos pagos), que se está exhibiendo en Montevideo en estos momentos (por lo menos, mientras escribo estas líneas).

Misterios insondables de los canales de distribución, hacen que este filme del año pasado haya aparecido en nuestras carteleras ahora. Pero más vale tarde que nunca, al menos en este caso.

Richard Gere interpreta a Parker Wilson, un profesor que un buen dia encuentra a un perrito en la estación de trenes de su ciudad. Y a partir de allí se desarrolla una historia que puede parecer simple, pero que cala muy hondo en temas tan poco en boga actualmente, como ser la lealtad y el afecto sin límites.


La película es muy buena y, más allá de la actuación de Gere (que es muy correcta), cuenta con Joan Allen (como Cate Wilson), Jason Alexander (a quien algunos recordarán de la serie "Seinfeld") y un elenco interesante.
De todas formas, quien centra la atención en este filme es Hachi, el perro de raza akita que verdaderamente protagoniza la historia.


Lo que se muestra en la pantalla está rigurosamente basado en hechos reales. Quizá ustedes conozcan la historia, pero se las cuento de todas formas (y si no la conocen y piensan ver la película, mejor no sigan leyendo).

Allá por el año 1924, Eisaburo Ueno era un profesor de la Universidad de Tokio. Había adoptado como mascota a un perro akita, al cual puso el nombre de Hachiko.
Muy pronto, Hachiko tomó por costumbre esperar a su amo en la estación de tren de Shibuya. Y lo hacía todos los días, a la hora en que su amo regresaba del trabajo.

Quiso el destino que el profesor Ueno falleciera en 1925 mientras se encontraba en la Universidad. Sin embargo, el amor y la lealtad del perrito no conocieron límites: cada día, durante los siguientes nueve años, esperó el regreso de su amo en la estación de trenes.
Hachiko no hacía caso de los peligros ni de la lluvia o el frío inclemente: jamás dejó de aparecer en el andén a la hora en que el profesor Ueno solía regresar cuando vivía.

Con el tiempo, el perro se hizo figura conocida en la estación de trenes y muchas personas ayudaron desinteresadamente para que subsistiera. Pero nunca aceptó otro amo y, al parecer, jamás perdió la esperanza de que el profesor regresaría.
Hachiko moriría en 1935 y sería enterrado en el lugar que él hubiera elegido: junto a su amo.

Una estatua conmemora al fiel perro en la estación de trenes de Shibuya, que hasta tiene un día de celebración en su recuerdo: el 8 de abril.


No es ésta la primer película que rinde tributo a la lealtad y la fidelidad de Hachiko: en 1987 un filme japonés contó su historia y fue un éxito local de taquilla.

Tampoco es el único caso documentado de fidelidad de una mascota más allá de la muerte de su amo.
Aquí en Uruguay es famosa la historia de "Gaucho", un perro que supo estar a las puertas del hospital todo el tiempo que su dueño estuvo internado, posteriormente acompañó su cortejo fúnebre y, finalmente, custodió su lugar de descanso y terminó pernoctando en el cementerio hasta que falleció.

Similares son los relatos acerca de "Canelo" en Cádiz (España) y de "Alicio" en Córdoba (Argentina). Y seguramente hay muchos más que escaparon a la memoria colectiva.

Volviendo al filme, es muy recomendable y permite escapar de la habitual andanada de pavadas cinematográficas. También van a encontrar por aquí otras buenas novedades en materia de películas.

jueves, 18 de noviembre de 2010

UN COVER POLÉMICO


"At last" es un tema compuesto en 1941 por Mack Gordon y Harry Warren, que fuera grabado originalmente por la orquesta de Glenn Miller. Se convirtió en un hit y, más que eso, en un estándar.

Luego de la interpretación de Miller y su banda, otra versión exitosa fue la de Nat King Cole en 1957.
Pero el tema conocería las alturas realmente en 1960, cuando lo grabó Etta James con su peculiar estilo.

De allí en adelante, si bien fue versionado y grabado por numerosos artistas, la interpretación de la James quedó como el punto alto imposible de superar. Y no es porque no lo hayan intentado diversos intérpretes, especialmente cantantes femeninas, desde Brenda Lee y Ella Fitzgerald hasta Celine Dion, Christina Aguilera y Beyoncé.

Justamente con respecto a esta última, se armó un lio de película a raíz de su cover.
Resulta que Beyoncé no sólo encaró la canción, sino que interpretó a la mismísima Etta James en un film, todo lo cual llevó a Etta a decirle de todo menos que era linda. Es más, algunos de los epítetos que usó la gloriosa cantante son irreproducibles.

No quisiera tomar partido ni ser prejuicioso, pero creo que ya hay demasiadas cantantes que, en vez de cantar bien, sostienen su carrera en base a mover la cola y hacer coreografías. Y supongo que Etta James ha visto unas cuantas de esas.

Les dejo una versión que a mí me gusta mucho: la de Cindy Lauper.





Editado: a pedido de Pinchita, aquí agrego la versión de estudio de Etta James:

lunes, 15 de noviembre de 2010

UN LIBRO QUE HAY QUE QUEMAR


Cuando uno piensa que su capacidad de asombro ya está colmada, surge algo nuevo que establece los límites más allá.
Por lo menos, eso pensé cuando me enteré que la empresa Amazon puso a la venta en su sitio web, un libro electrónico aberrante: una "Guia para pedófilos".

El texto en cuestión se titula "The pedophile`s guide to love and pleasure" ("La guía del pedófilo para el amor y el placer") y NO se trata de un libro de ficción, sino que es, propiamente, un manual de consejos para abusadores de menores. Un par de fragmentos del libro pueden verse aquí (en inglés) en TechCrunch, uno de los primeros sitios que procedió a denunciar la publicación.

Conforme se fue tomando conocimiento del insuceso, numerosos usuarios trataron de comunicarse con Amazon vía mail o llamada telefónica, sin éxito alguno. En consecuencia, dado que la empresa no daba señales de enterarse, comenzaron a hacer reseñas negativas del libro en cuestión,  como forma de alertar sobre su contenido y protestar.

Al final, la gente de TechCrunch logró comunicarse con Amazon, planteando el problema y recibiendo una respuesta totalmente disparatada:

"Amazon cree que es censura no vender ciertos libros sólo porque nosotros u otros crean que su mensaje es objetable. Amazon no apoya o promueve actos criminales o de odio, sin embargo, sí apoyamos el derecho de cada individuo de realizar sus propias decisiones de compra."

Por lo visto, la gente de Amazon no entendía la diferencia entre libertad de expresión y apología del delito.

Pero las cosas fueron tomando otro color, a medida que las protestas crecían: se creó una página en Facebook para denunciar la aberración de Amazon y boicotearla (la ven por aquí), se fueron sumando entradas en blogs y páginas personales y, por fin, se atrajo la atención de los medios masivos. Recién ahí fue que Amazon tomó la decisión adecuada y retiró el libro de la venta.

Me gustaría decirles que ahí termina la noticia, pero desgraciadamente no es así. Porque sucedieron cosas que hablan muy mal del estado de la sociedad.
Para empezar, el "libro" tuvo buenas ventas, al punto que estuvo dentro de los cien más exitosos del día en cierto momento. Señal de que hay demasiados cretinos sueltos.
Para seguir, resulta ser que en muchos foros de Internet se defendió la posición de Amazon bajo el argumento de proteger la libre expresión y evitar la censura.  Que me perdonen, pero creo que sólo un pobre idiota o una basura ajena al género humano pueden defender el derecho a publicar un manual de abuso sexual de menores.

viernes, 12 de noviembre de 2010

ASUSTANDO AL SEÑOR STEVENS


Cuando Pink Floyd comenzó a hacerse popular en el mundillo underground londinense, dos empresas discográficas (EMI y Polydor) enviaron expertos a observar la banda y determinar si valía la pena contratarlos. Recién comenzaba el año 1967.

El tipo que envió la EMI se llamaba Beecher Stevens y era uno de sus ejecutivos de peso.  Pero una cosa es ser un buen negociador y otra muy diferente es entender de música: el tal Stevens llevaba sobre sus hombros el dudoso privilegio de ser "el hombre que rechazó a los Beatles" cuando trabajaba para la Decca.
Efectivamente, la empresa Decca había tenido la posibilidad de fichar a los genios de Liverpool en sus comienzos, pero este tipo había dictaminado que "no tenían futuro musical". Un poco turro el hombre, ¿no?

Como sea, la cuestión es que ese es el tipo que fue a ver una actuación de los Floyd, para tener idea del material que tocaba la banda y tomar una decisión. Pero parece que en la EMI desconfiaban (con razón) de su buen criterio musical, porque lo mandaron acompañado de Norman Smith, el encargado de artistas de la empresa.



Según contaría Smith años más tarde, el señor Stevens no tenía idea de dónde estaba ni de lo que había ido a ver. El lugar (un club underground) no le gustaba y la gente tampoco: estaba asombrado del look de los jóvenes, el pelo largo y los atuendos.

Pareció calmarse un poco cuando el espectáculo comenzó, pero fue una reacción fugaz. Los Floyd abrieron con "Interstellar overdrive", un instrumental que duraba en vivo unos veinte minutos, arrancaba con un riff distorsionado de Syd Barrett y contenía varias improvisaciones, sincronizadas con luces y la proyección de efectos visuales.
Al término del tema, el señor Stevens estaba totalmente anonadado y con una sola idea en mente: irse.

Pero Norman Smith tenía otra opinión. Pensó que habían dado con algo interesante, por lo cual lo convenció de quedarse un poco más.
A mitad del show, los Floyd anunciaron que tocarían "Arnold Layne" y Smith le dijo al señor Stevens que prestara atención porque, si bien no había escuchado el tema, le habían comentado que era una canción de duración perfecta para grabar un single.

Eso era lo que el señor Stevens quería oir: nada de temas extensos, nada de improvisaciones ni solos, nada de efectos sonoros. Quería un tema cantado, que durase tres minutos y tuviera un ritmo "de moda". Y los Floyd también tenían eso en su repertorio, pero con una pequeña salvedad: era un tema compuesto por Syd Barrett.

"Arnold Layne" trata sobre la persona de un fetichista sexual, cleptómano por más señas, que gustaba de robar la ropa interior de las chicas para luego travestirse.
No parece que fuera lo que el señor Stevens tenía en mente como hit para pasar en la radio, porque al decir de Norman Smith, "quedó mudo y horrorizado, abriendo los ojos y la boca más y más a medida que el tema transcurría".

Les dejo un video del tema, tocado por dos de los Floyd y compañia.




Como anécdota extra, les cuento que, pese a todo, la EMI terminó por contratar a los Floyd en sus inicios.
Y "Arnold Layne" fue el primer single de la banda, con bastante éxito pese a la temática "non sancta" (o quizás por eso mismo).

Curiosamente, una de las radios que se negó a emitir la canción por considerarla obscena, fue "Radio London", emisora pirata que era considerada la más liberal y hippie de Inglaterra.

martes, 9 de noviembre de 2010

EL VENGADOR ANÓNIMO


El naboleti de la foto parece estar muy feliz, posando con el ciervo que presumiblemente acaba de matar.
Sin embargo, parece que el felino del fondo de la escena está a punto de darle un giro interesante a ese asunto de "la cadena alimenticia".

Chau gordito.

sábado, 6 de noviembre de 2010

QUIZÁS HAYA ESPERANZAS, DESPUÉS DE TODO


¿Será que no todo está perdido?
De los tres pibes de la foto, uno está irremediablemente idiotizado en su mundo virtual.
Mientras tanto, por suerte, los otros dos aún se comportan como solían hacerlo los seres humanos.

Quizás haya esperanzas, después de todo.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

NO CONTESTES LA PUERTA, NENA



Un blues grandioso en interpretación de un artista legendario: B.B. King y "Don't answer the door".
La grabación data del año 1967. Se las dejo así como sale del baúl del Pelado: