Como cada año, es obligación de este blog tirar
unos consejos para amenizar un poco las fiestas tradicionales. Seguramente algunos de estos tips serán de su agrado y podrán aplicarlos para levantar ese espíritu navideño.
Comencemos con
las tarjetas de Navidad. Eran muy comunes en otros tiempos, pero ahora se ha perdido la costumbre de enviarlas. Muchas personas me dicen que, para no quedar mal con nadie, prefieren limitarse a enviar el mismo mensaje de texto a sus 124 contactos y nada más.
Pero convengamos que eso es un acto totalmente impersonal, como si uno hiciera tabla rasa con toda la gente que conoce. En vez de eso, propongo
el envío de tarjetas personalizadas, tanto para las personas que usted aprecia de veras como para las que no.
Aquí van algunos ejemplos:
Mi siguiente consejo es acerca de
los adornos navideños. Ya habrán notado ustedes la terrible falta de originalidad que suele prevalecer en este tema. Siempre los mismos chirimbolos chinos con apenas unas variaciones de color y nada más.
Pues bien, es hora de terminar con eso.
¡Hay que ponerse las pilas y colocar adornos que realmente sean diferentes!
Veamos unos pocos ejemplos (de esos que dejarán boquiabiertos a los adultos y harán que los niños formulen una catarata de preguntas que nadie se animará a contestar, mientras usted se divierte):
Otro tema que merece atención es
la música de estas fiestas. Desconozco cuál es la causa, pero esta época del año parece provocar una verdadera manía entre los musicalizadores de la radio y la TV.
De la nada, aparecen viejas grabaciones y clips de grupos y solistas de los cuales uno ya ni se acordaba.
Y si no se acordaba, por algo era, me permito agregar.
Capaz que por otras latitudes la cosa es más llevadera, pero por aquí abundan los "especiales navideños" donde uno, horrorizado, vuelve a escuchar esos temas de
Pimpinela, Camilo Sesto o Raphael que sólo aparecían en nuestras pesadillas infantiles.
Hombre prevenido vale por dos, así que le recomiendo tener pronto para la ocasión este
genuino disco navideño, para el momento en que los chicos pidan a Daddy Yankee y los grandes a José Luis Perales.
Les pone esto en el equipo de audio y los deja a todos pasmados:
También es muy importante, a la hora de generar el clima adecuado para las fiestas, poner cuidado a la hora de
seleccionar las bebidas. Terminemos de una buena vez con el insípido cóctel de frutas sin alcohol, ese que no le gusta a nadie, pero todos se ven obligados a probarlo porque la tía insiste interminablemente. Y acabemos con esa costumbre "careta" que tiene la gente, de comer lechón y cordero y turrón y pan dulce y budín inglés... pero exigiendo que les den
refresco light para bajar todo eso.
Gánele de mano a todos y, antes de que se sirva el aperitivo,
proponga unos juegos navideños. Y cuando todos respondan afirmativamente, saque
este libro espectacular:
Le garantizo que con estos juegos, algún incauto de la familia se va a convertir en
el alma de la fiesta.
¿Siempre ha sospechado que el novio de la nena finge corrección, pero es un borrachín? Pues aquí tiene la forma de comprobarlo.
¿Qué cosas contaría su cuñada si se va de lengua? Es hora de averiguarlo.
Por último, recuerde que si la fiesta se desarrolla en su casa, hay que preparar
una decoración luminosa acorde. Por ejemplo, asómbrelos a todos al recibirlos con algo como ésto:
Anímese, no se me quede, póngale un poco de color a las fiestas tradicionales. Siga estos consejos y, seguramente,
¡la familia hablará de usted durante todo el año!