miércoles, 5 de octubre de 2011

GEORGE INNESS



¿Un aire a Johnny Depp? Puede ser, pero se trata de George Inness, pintor estadounidense nacido en 1825 en Newburgh (estado de Nueva York), en una familia de granjeros.

Quizás el medio rural de entonces fuese poco atractivo para un niño con inquietudes, pero lo cierto es que el buen George no debe haber tenido tiempo de aburrirse: colaborando con las tareas de la granja y jugando con doce hermanos, probablemente no habría tiempo para el tedio. Pero sí para el dibujo, pues pronto demostró que el arte iba a ser su camino.

Hacia 1839 estudió unos meses con John Jesse Barker, un pintor itinerante que solía ganarse la vida dando lecciones. Prácticamente, esa fue el período mayor de educación formal que recibiría George en su campo de actividad, pues sería siempre un pintor autodidacta.

Mientras les cuento algo más, veamos algunas obras.

"Arco iris":



"Amanecer":



"En el río Delaware":



Siendo apenas un adolescente, George se mudó a Nueva York y comenzó a trabajar como grabador de mapas. En esta tarea fue que su habilidad llamó la atención de Regis Gignoux, pintor paisajista francés con el cual tomó algunas lecciones.

Cerca de 1845 asistió a la Academia Nacional de Diseño y se familiarizó con la obra de algunos importantes pintores como Thomas Cole y Asher Durand, llegando a afirmar en alguna ocasión que buscaba "la síntesis de esos artistas, si tal cosa fuera posible".
Pero a la larga, su carrera lo llevaría a encontrar su propio camino pictórico.

Sigamos viendo obras.

"En la campiña romana":



"La tormenta que llega"



"Lluvia y sol"



Para fines de los años '40 de su siglo, George Inness abriría su propio estudio en Nueva York. Y en 1851 lograría realizar su primer viaje a Europa.
Pasaría un año en Roma y luego varios más en París, donde nacería uno de sus hijos (que luego también se convertiría en pintor).

Hacia 1855 volvería a su país, recibiendo un importante encargo de parte de una compañía de ferrocarriles: la realización de pinturas que mostrasen la zona de Delaware y Lackawanna en función de la importancia de las comunicaciones por tren.
La más famosa de ellas es "Valle de Lackawanna", que aquí vemos:



La obra logra aunar la presencia de la tecnología (el tren, la estación que se ve a lo lejos) con el más bucólico de los paisajes campestres. Sólo Dios sabe lo que estará pensando el campesino echado sobre el pasto mientras mira el tren pasar: ¿lo verá como una ventaja o como una maldición?

En todo caso, quienes encargaron la obra se quedaron enormemente complacidos con el resultado. Y la fama de nuestro amigo George siguió creciendo.

Veamos más de sus obras:

"Medfield":



"Nubes pasajeras":



"Verano indio":



Si bien hay obras de Inness en museos, la mayoría de sus pinturas se encuentra en colecciones privadas.

George Inness no abandonó su temática paisajística nunca. Manifestaba la idea de que la Naturaleza y el hombre estaban íntimamente ligados por lazos místicos, e intentaba plasmar en sus telas esas creencias (ligadas en gran parte a los escritos de Emmanuel Swedenborg).

Su definición del arte, recogida en una entrevista que se le realizó, es de por sí muy interesante:

"La verdadera función del arte es, primeramente, lograr que el artista cultive su propia naturaleza espiritual".

3 comentarios:

Mariolo dijo...

Totalmente desconocido para mi y , de nuevo, agradecido a vos, Pelado, por presentarlo

Ferchu dijo...

Muy bueno, gracias por compartirlo, ME gusto la frase final.

pelado1961 dijo...

Me alegro que les haya gustado este post.
Me parece que la frase del artista resume conceptos muy elevados.

Un abrazo.