José Artigas es el máximo prócer de la historia uruguaya. Fue el principal motor de ideas tales como independencia, federalismo, justicia social, reforma agraria y otras, la mayor parte de las cuales jamás llegó a plasmarse.
Allá por fines de junio tuve oportunidad de meditar sobre esta figura patria, por pura casualidad.
El día de las elecciones internas, ya que me negué a ejercer mis "derechos cívicos", por lo menos serví de chofer para la familia, a fin de llevarlos a sus lugares de votación.
Uno de ellos era una escuelita, donde los alumnos habían realizado una prolija cartelera sobre la vida de Artigas.
Si bien no mostraba una "línea de tiempo" en sentido estricto, así lo asemejaba: un recorrido dibujado señalaba los principales sucesos en la vida del prócer, esmeradamente unidos por gruesas flechas, desde su nacimiento hasta su muerte.
Me detuve en dos momentos: el primero una adolescencia de lecturas formativas muy profundas, como Thomas Paine y Juan Jacobo Rousseau; el segundo una muerte muchos años después, en tierra extranjera y apenas acompañado por un fiel moreno.
En el medio, un montón de flechas y sucesos: batallas, congresos, avances y retiradas, luchas y proclamas. Un enorme caudal de esfuerzos y titánicas acciones, que sólo desembocarían en una extraña figura final: un anciano traicionado y olvidado, tomando mate con el único amigo que eligió compartir su destino.
Ahora corren tiempos donde se ha instalado una mayúscula discusión en la sociedad uruguaya: la conveniencia o no de trasladar sus restos desde el Mausoleo hasta la antigua Casa de Gobierno.
De pronto resulta que todo el mundo es artiguista de pura cepa, mire usted.
Para quienes no conozcan Montevideo, les aclaro que el "traslado" representa nada más que cruzar la calle. Pero la polémica que se ha desatado es monumental. Y los argumentos a favor y en contra que he oído hasta el momento, son muestra de la más lamentable mediocridad. No los expongo porque me dan verguenza ajena.
Una sociedad que tiene pendientes miles de asuntos se enreda, una vez más, en un tema absolutamente menor, que logra por supuesto polarizar las opiniones. Como siempre, faltaba más, no sea cosa que nos pongamos de acuerdo (pecado capital, el octavo, sólo para uruguayos).
Se preguntarán qué pienso yo al respecto. Y se los digo claramente:
Mejor no lo movemos mucho a Artigas.
No sea cosa que reviva y nos agarre a patadas a todos juntos (gobernantes y gobernados) por las muestras de estupidez que está dando este país.
8 comentarios:
Fueron más los que lo acompañaron hasta el final, pero por esas cosas de cierta gente, tenemos la leyenda que sólo fue Ansina. Pero no es el tema.
El tema del traslado ... estemmmmm
Si, ...
Que genial esa pintura en el piso, dónde es?.
Me juego que le acompañaron algunos indios y nada más (aparte de Ansina). Después me contás si acerté.
La pintura en el piso no es real, Mariolo.
Lo mismo que el retrato que trasladan los obreros, son efectos con software de imágenes.
Me pareció bueno incluirlos para ilustrar el post.
Un abrazo.
TOTALMENTE DE ACUERDO PELADO, dejemos descansar al Procer, no sea cosa que lo amarguemos mas y termine muriendose otra vez
El destino final de los hombres que REALMENTE construyeron nuestras naciones siempre es incierto,y finalmente triste. Nuestro origen (no quiero poner nuestro final),como naciones hermanas define muchos de los infortunios,desatinos y desventuras semejantes.
Te entiendo,querido amigo...y comparto tu bronca y desazòn.
Un abrazo gigante !!!
Ferchu:
Tenés razón: si no nos mata primero, creo que se muere nuevamente, esta vez de disgusto.
Un abrazo.
Adolfo:
Repasar lo que hoy en día se llama "el ideario artiguista" es repasar una serie de intenciones que nadie plasmó luego (ni siquiera aquellos que luego se proclamaron artiguistas a ultranza).
Nuestros países comparten mucho camino juntos y, te cuento más, hay varios historiadores serios que afirman que, si el Uruguay no terminó siendo una provincia argentina, fue por la insistencia de Inglaterra (el imperio de entonces), para crear un "estado tapón" entre ustedes y Brasil.
(Con razón Artigas terminó casi solo y traicionado: de nada sirve que ahora los uruguayos nos llenemos la boca hablando de él)
Va un abrazo, amigote!!!
Este es un tema por demás complicado.
Tiene muchas puntas...
1)Fue ( o es ) Artigas realemente nuestro máximo héroe ?
Mmmmmm , da para discutirlo.
Si por el fuese hoy seríamos una provincia argentina más , con las ventajas y desventajas que eso trae , y que no da para discutir.
2)Es algo fundamentado el traslado de sus restos u obedece a un mera jugada política para distraer la atención de otros problemas ?
3)Que tiene de malo el Mausoleo ?
Que lo construyeron los milicos ?
Hay muchas obras realizadas por ellos , que hay que hacer demolerlas todas ?
A mi ni me va ni me viene , pero yo creo que los restos del Prócer deberian estar en el panteón nacional o quedar donde están , haciendo las reformas pertinentes si es que el problema es edilicio.
Yo he tenido la suerte de viajar y de ver que en muchos lugares a los heroes se los homenajea con este tipo de monumentos funerarios y no se les pone en un museo como si fuesen una atracción mas , como un simple objeto.
Da para mucho el tema y podría hacer algunas disquisiciones políticas que no vienen al caso ya que puede molestar a algunas almas sensibles.
Salu Pelado...
Fonzi:
Por eso ponía que los argumentos usados (a favor y en contra) son bastante mediocres.
Por poner un ejemplo, pude ver y oir a un "periodista" televisivo decir que era totalmente necesario trasladar los restos porque "cuando llueve y no funcionan las bombas el Mausoleo corre riesgo de inundarse".
(que es como decir: si estoy tomando sopa y me tiro el plato encima, me voy a mojar).
Todo muy infantil, muy mediocre, muy oportunista: nada serio.
Saludos!!
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