sábado, 29 de octubre de 2011

AJUSTANDO LOS LIBROS A LOS LECTORES



Esta sí que es una noticia llamativa: el célebre escritor Umberto Eco procederá a reescribir su obra "El nombre de la rosa", con la finalidad de hacerla "accesible" a los nuevos lectores.

Al parecer, aligerará ciertos pasajes y tratará de emplear un vocabulario más accesible y menos variado en esta nueva edición. Por lo menos, esa es la idea que ha esgrimido la editorial Bompiani en sus comunicados para explicar el próximo lanzamiento.

Si esto responde a una movida comercial, no me parece buena idea. Y si de veras constituye una necesidad de ajustar los libros a los lectores actuales, no sólo no me agrada sino que me parece preocupante. Porque entonces hay que admitir que un libro como éste, que fue éxito de ventas en 1980, ya no puede ser comprendido en su totalidad por gran parte de los lectores en 2011.

¿Será verdad?

miércoles, 26 de octubre de 2011

ME DIJISTE CUALQUIER COSA, ALBERT !!



Tal parece que la velocidad de la luz dejó de ser ese límite que nos habían enseñado.
Por lo menos, eso es lo que dicen algunos científicos que realizaron un experimento de gran alcance en los laboratorios del Gran Sasso (Italia) y del CERN (Ginebra, Suiza).

Ambos laboratorios distan unos 730  kilómetros de distancia y el experimento consistió en "lanzar" neutrinos desde el CERN y medir el tiempo que demoraban en llegar al Gran Sasso. Para sorpresa de los científicos participantes, los neutrinos cubrieron la distancia en un tiempo menor al esperado (para ser más exactos, 60 nanosegundos menos de lo esperado).

Naturalmente, los participantes tomaron con cautela el resultado. Según dijo Darío Autiero, científico italiano:

"Aunque nuestras medidas tienen una baja incertidumbre sistemática, una elevada precisión estadística y la confianza en nuestros resultados es alta, esperamos confrontar los resultados con los de otros experimentos"

Dicho en otras palabras, el resultado es tan extraordinario que van a revisarlo y repetirlo unas cuantas veces.

Este acontecimiento no va a tener inmediatas consecuencias prácticas, claro está (el 60 va a andar a la misma velocidad de siempre y la cola del supermercado se va a mover con igual lentitud que ahora).
Pero las posibilidades teóricas que abriría son bastante interesantes.

Por de pronto, varios escritores de ciencia ficción van a exclamar:

"Lo dijimos"

domingo, 23 de octubre de 2011

"INSTANTÁNEAS" DE LA CHINA ANTIGUA



El señor de la foto se llamaba Dong Hong-Oai y dedicó gran parte de su vida a la fotografía artística.
Nacido en China en 1929, quedó huérfano a los siete años y emprendió camino hacia Vietnam, al cuidado de familiares.

Eran otros tiempos, de vida dura y madurez rápida. Así fue que nuestro amigo Dong fue prontamente empleado como aprendiz en un estudio fotográfico de Saigon. Y vaya que aprendió el aprendiz, tanto con la cabeza como con el corazón, porque decidió dedicarse a la fotografía por entero.

Lo que primero era una necesidad (pues debía aprender las habilidades requeridas en su trabajo), luego pasó a ser hobby y finalmente expresión creativa: muy pronto comenzó a experimentar en busca de un estilo propio y de nuevas técnicas.

Hacia los años '50 asistió a clases para graduarse en Arte en la Universidad de Vietnam, luego enseñó fotografía, posteriormente estudió con maestros renombrados en Taiwan y se ganó la vida como fotógrafo de la Cruz Roja durante varios años.

En 1979 se radicó en Estados Unidos y comenzó otra vez de cero. Pero llegó con sus trabajos previos y los negativos de sus creaciones, que yo llamaría instantáneas de la China antigua:



Efectivamente, Dong Hong-Oai tomó la temática de la pintura clásica china y utilizó similares composiciones para plasmarlas a través del ojo de la cámara. En estricto blanco y negro, con técnicas de superposición de negativos para lograr un efecto de profundidad muy bueno.

El resultado es maravilloso y tiene una fuerza creativa evidente. Aún a las personas que jamás hayan visto obras de pintores chinos clásicos, la obra de Dong les llamará la atención, porque desprende una rara expresividad.




Al principio, Dong se limitó a vender sus obras en ferias del Barrio Chino de San Francisco. No sabía hablar inglés (y no aprendió el idioma nunca). Pero su arte habló por él: poco a poco fue haciéndose conocido y finalmente ganó un sitial como artista.

Lo que antes se vendía en una feria barrial, pasó a interesar a coleccionistas y museos. Pero el señor Dong no se la creyó nunca. Si le preguntaban cuál era el secreto de su arte, se limitaba a decir:

"Cualquiera puede hacer fotos bellas en China".

Pero lo cierto es que no a cualquiera le quedaban las fotos como a él (dicho sea de paso, con los años volvió muchas veces a China y siguió obteniendo material para su creatividad).

Pero basta de charla. Les dejo unas cuantas obras del artista a continuación, esperando que les gusten. A mí (que no sé nada) me parece un trabajo muy válido.





jueves, 20 de octubre de 2011

EL OTRO CASTILLO PITTAMIGLIO


Tanto en este blog como en los Expedientes XXL hemos tenido ocasión de hablar sobre Francisco Piria y Humberto Pittamiglio, en su calidad de únicos alquimistas uruguayos conocidos.
Vuelvo sobre el tema, esta vez para contarles algo sobre una de las construcciones vinculadas a estos personajes, en particular a Humberto (o Umberto, como buen descendiente de italianos que era) Pittamiglio.

Es en el balneario Las Flores, a unos 100 kilómetros de Montevideo, donde se levanta el "otro" castillo Pittamiglio, tan curioso como el de la capital pero mucho menos conocido.
¿Por qué digo que es menos conocido? Pues porque en los últimos cuarenta años no pudo ser visitado por el público, debido a problemas internos de la Intendencia de Maldonado. Problemas tan serios que, según dicen las malas lenguas, hasta un ex vicepresidente de la República fue impedido de ingresar por los ocupantes.

Como sea, cuarenta años en la vida de una propiedad rural no son una pavada, sobre todo cuando sus habitantes no tienen obligación alguna de mantenimiento, reparación o conservación. O siquiera de rendirle cuentas a alguien de lo que allí se hace o deja de hacer.

La buena noticia es que ha sido recuperado y ahora puede ser visitado. Se han llevado a cabo tareas de limpieza y desmalezamiento, cosa que incluso ha permitido "redescubrir" algunos elementos de ornamento que, aunque deteriorados, resultan muy llamativos. Y por supuesto, también puede "adivinarse" la presencia de otros elementos arquitectónicos y paisajísticos, de los cuales apenas quedan restos y nada más.

Como sucede casi siempre en estas latitudes, el cambio positivo no ha sido fruto de ningún programa oficial o de la gestión de ningún experto, menos que menos de los jefazos habituales.
De acuerdo a lo que me comentaron, un simple alcalde y algunos funcionarios sin galones fueron los artífices del asunto.

Pero pasemos a lo que nos interesa. 


Este castillo data de alrededor del año 1956, o sea que fue concebido y llevado a cabo cuando Pittamiglio tenía cerca de 69 años de edad. La primer pregunta que surge en forma natural es, entonces, ¿por qué emprendería esta obra a esa altura de la vida?

Podemos pensar en un hombre mayor que desea retirarse a un lugar tranquilo y apacible. Pero lo cierto es que Pittamiglio podía, de haber querido, encarar la construcción de un enorme chalet con todas las comodidades en cualquier balneario. ¿Por qué un castillo, entonces? ¿Y por qué en ese lugar?

La elección del sitio no fue casual en absoluto. Pero no responde a la ubicación que originalmente proyectó Pittamiglio, que deseaba comprar unas tierras linderas, dentro de lo que se conocía como "altos de Bella Vista". No pudo cerrar el negocio a tiempo y debió conformarse con terrenos aledaños, pero nunca cejó en su empeño: años después, las mismas parcelas volvieron a estar en venta y las compró, proyectando anexarlas.

Visto desde fuera y a distancia, la fachada del castillo hace pensar en la existencia de enormes construcciones en su interior. Pero apenas se atraviesa la entrada, uno se topa con un enorme espacio abierto que, de hecho, constituye el elemento principal del mismo.


Es fácil vislumbrar que ese enorme patio-jardín no fue un elemento paisajístico añadido en forma caprichosa, sino que es resultado de ideas deliberadamente proyectadas por quien mandó construir el castillo.

Pittamiglio solía pasar temporadas largas en ese lugar, sobre todo cuando retornaba de viajes largos y necesitaba reponer sus energías. Hombre minucioso, no dejaba detalles al azar. Pero muchos de esos detalles son, al menos en este castillo, objeto de especulación. Como si uno se viera obligado a armar un rompecabezas, sabiendo que sólo cuenta con escasas piezas rescatadas de un todo mucho mayor.

Semejante panorama puede resultar frustrante, pero no es raro. Pittamiglio murió hace 45 años, pero ese escaso lapso (que en términos históricos no es nada) ha sido suficiente para que su vida sea casi una nebulosa.


En el caso del castillo de Las Flores, la única posibilidad que queda, si uno pretende armar ese rompecabezas, es empezar por aquellos elementos fácilmente identificables que han quedado, los que el tiempo no ha borrado (aunque sí dañado). El más notorio en este jardín interior es una imagen de Cristo:


Cubierta de maleza y vegetación (pese a la altura a la que está), así fue hallada por quienes encararon la tarea de limpiar la zona cuando se recuperó plenamente la posesión de este castillo. Esta imagen fue traída de Portugal y estuvo muchos meses en el sótano del castillo de Montevideo, a la espera de que se finalizaran las obras en Las Flores y, entonces sí, se colocó como pieza última que coronaba el conjunto y le daba protección.

Podrá parecer extraño que un alquimista tenga una figura de Cristo en un lugar preponderante de su finca, pero esta contradicción es solamente aparente. La alquimia supo también practicarse en monasterios medievales y, por otra parte, ha existido a lo largo de los siglos un cristianismo esotérico (muy distinto de la versión masificada y exotérica), que originó órdenes de caballería y sociedades secretas.

El resto de los elementos remanentes en ese inmenso "patio" del castillo aporta lo que puede a nuestra historia. Puede deducirse de ellos que Pittamiglio (al igual que Francisco Piria) utilizó la llamada "vía húmeda" para sus tareas alquímicas.




En cuanto a las construcciones interiores del castillo, encontraremos una planta baja con una sala y una planta superior con tres habitaciones de reducidas dimensiones. Fuera de eso, sólo hay unas habitaciones de servicio.




Uno de los misterios adicionales de este castillo es el hecho de que no sea posible acceder a su torreón principal, no por estar bloqueado el acceso sino porque...no hay acceso alguno:


Quizás sería oportuno que se examinase a conciencia y con los medios  adecuados la estructura de este torreón y de otros puntos sin acceso del castillo. Tal vez Pittamiglio haya dejado más que mensajes simbólicos detrás de sí. Pudieran encontrarse claves provenientes de su labor alquímica.

Mientras tanto, no quedan demasiadas pistas para entender a este enigmático personaje. En parte, ha sido rescatado del olvido gracias a un libro de Mercedes Vigil, que gustará o no como escritora (y por cierto ha sido muy criticada últimamente), pero que supo elegir un tema interesante en este caso.

El castillo de Las Flores no formó parte de la herencia de Pittamiglio, contra lo que suele afirmarse.
Es cierto que en su testamento estaba previsto que pasara a manos de la Intendencia de Maldonado, pero por algún motivo desconocido, Pittamiglio lo donó a dicha Intendencia nueve meses antes de morir, lo cual no tiene ningún sentido (ya que el bien iba a tener a futuro el mismo destino, sólo que una donación implica una escritura y gastos importantes).

Otro hecho no menos extraño es que la Iglesia, una vez que supo del fallecimiento de Pittamiglio, realizó gestiones para inspeccionar tanto el castillo de Las Flores como el de Montevideo. Cosa parecida se repetiría durante la primer visita del Papa Juan Pablo II al Uruguay, cuando un miembro de su comitiva fue enviado a efectuar un "recorrido privado" por el castillo de Montevideo.
¿Cuál era el punto de interés? ¿Qué buscaban? Nunca se sabrá.

Pittamiglio había estipulado en su testamento (antes de efectuar la donación) que el destino a dar al castillo de Las Flores debía ser de "paseo público" (así como destinó a "fines culturales" el castillo de Montevideo).
¿Tendrá suerte finalmente en sus intenciones? El tiempo lo dirá.

(Va un reconocimiento para la amabilísima gente que cumple funciones en el castillo Pittamiglio de Las Flores y en el castillo Piria, siempre con buena onda aunque no se les provea ni de un folleto que ofrecer a los visitantes, cosa imperdonable en un país donde demasiados paparulos se llenan la boca hablando de fomentar el turismo...)
  

lunes, 17 de octubre de 2011

¿CÓMO DIJO? ¿GUERRA CON ARGENTINA?


DÍA 1

Los argentinos nos invaden en maniobra totalmente sorpresiva.
La marina uruguaya queda descolocada, porque esperaban terribles barcos de guerra y resulta que los tipos vinieron en el Buquebús (pasajes con 50% de descuento en plan promocional).

DÍA 2

El avance argentino no parece progresar. La mayoría de las tropas queda estancada en el Mercado del Puerto, el Bar El Ancla y algunos lugares de dudosa reputación.
Finalmente se les acaba el dinero y no tienen más remedio que continuar la marcha. Ocupan el país en pocas horas.

DÍA 3



Se da a conocer la identidad del espía argentino más peligroso, Cacho Bochinche, enviado hace cincuenta años para hipnotizar generación tras generación de uruguayos.
El comandante de las tropas de ocupación le da ocho condecoraciones (7 para Ultratón y una para Cacho).

DIA 4



La resistencia uruguaya captura y decide fusilar al "muñeco" Gallardo, bajo supuestas acusaciones de espionaje.
Luego se descubre que se trataba de hinchas de Nacional encubiertos.

"Ya nos tenía podridos", declaran los fascinerosos.

DIA 5



La presidente de Argentina nombra "Gobernador de la Provincia Oriental" a Víctor Hugo Morales, quien manifiesta estar enormemente sorprendido por la designación. Le pide un tiempo de reflexión para tomar la decisión correcta......y a los cuatro nanosegundos declara estar encantado y acepta.

DIA 6

Los comandantes argentinos mantienen una reunión ultrasecreta, en la cual son abiertos varios sobres lacrados que contienen órdenes y material clasificado.
Los documentos son parte de un plan para colonizar culturalmente al Uruguay, por medio de programas televisivos, ídolos mediáticos y música diversa.

Azorados, descubren que ya todo está hecho.

DIA 7

La desmoralización hace mella en las tropas argentinas. Están hartos de jugar truco con muestra y de tomar mate amargo. El fernet se acabó hace rato. Para peor, la promo de Buquebús se termina y tienen que marcar el pasaje de vuelta.
Al final, deciden irse. Hacen unas compritas de free shop, se suben al Buquebús y se van.

Las cosas vuelven rápidamente a la normalidad. Pero antes, los embajadores intercambian 143 notas de protesta. Finalmente, el asunto se resuelve por medio de una cena diplomática de desagravio,  donde todas las delegaciones plantean que lo mejor sería crear un Organismo Binacional para la Resolución de Conflictos (80 integrantes por cada país, con presupuesto de 20 millones de dólares).

Antes de los postres, la idea ya tiene el visto bueno oficial (incluído el nuevo impuesto necesario para financiarlo).

Y reina la paz, faltaba más.

viernes, 14 de octubre de 2011

EL GUARDIÁN DEL HOGAR



Dos mujeres fueron arrestadas por la Policía en Upper Darby (Pennsilvanya, USA) y acusadas de robar fincas en ausencia de sus moradores.
Cuando los agentes del orden hicieron el racconto de las andanzas de ambas jóvenes (19 años), se encontraron con una sorpresa inesperada: ambas admitieron haber ingresado a 25 casas (donde robaron todo lo que pudieron), pero dijeron que habían fallado al tratar de entrar al que hubiera sido su golpe número 26.

"¿El motivo?", preguntaron los policías pensando en alarmas, vecinos o perros.

"Había un león en la casa", dijeron muy sueltas de cuerpo ambas ladronas.

Esto motivó que la Policía volviera a movilizarse, con la lógica finalidad de averiguar cómo era ese asunto de tener un león en un domicilio particular.
La cosa es que revisaron palmo a palmo la vivienda (como si uno pudiera esconder un león en un cajón) y no encontraron absolutamente nada.

Lo cual sorprendió a las detenidas, que juraban y juraban haber visto lo que habían visto.

Misterio.

O capaz que vieron otra cosa...

martes, 11 de octubre de 2011

REVISTA "LUPIN"



La revista Lúpin se publicó por espacio de casi quinientos números (para ser más exactos, 499)  y fue una de las creaciones más interesantes dedicadas a los niños y los no tan niños.

Fue idea de tres creadores de historietas argentinos: José Divito, Guillermo Guerrero y Héctor Sidoli, quienes habían trabajado juntos en la mítica revista "Rico Tipo".
Se barajaron varios nombres al principio, como ser "Aventurietas" (para definir que se trataría de aventuras en historietas) o "Resorte" (por el nombre de uno de los personajes de las historietas).

Finalmente, fue precisamente el nombre de uno de los personajes el que quedaría como nombre oficial de la "revistucha" (como la llamaban sus creadores): Lúpin.



Lúpin era un aviador que corría diversas aventuras y su nombre era una especie de "castellanización" del término inglés "looping", utilizado para definir la figura del "rizo" en acrobacias aéreas.

Junto a él, se presentarían un sinfín de personajes variados. Entre ellos, un piloto de autos llamado apropiadamente Tuerkito:



También aparecía un guapo muy poco valiente, llamado "Purapinta":



O un chico con aspiraciones de científico, que se llamaba "Resorte":



Y también un mafioso que siempre terminaba mal, de nombre "Al Feñique":



También la revista tenía otras características propias, que la diferenciaban notoriamente de las demás publicaciones de historietas: solía traer planos para armar de todo un poco, desde construcciones de modelos a escala hasta aparatos electrónicos.

Algunas de las historietas contenían "mensajitos" casi ocultos dentro de la misma, escritos en lugares insólitos. Generalmente se trataba de admoniciones contra el tabaco o de ironías sobre los personajes y las situaciones que atravesaban. También eran notables los anacronismos que, en forma adrede, se insertaban en algunas de las tiras. Todo ello hacía la lectura aún más interesante.






Lúpin atravesó las décadas con mayor o menor suceso según el momento. Llegado el año 2007 dejó de publicarse tras llegar, como dijimos, al número 499.

Hoy en día es asunto de nostálgicos y coleccionistas. Tiene un blog oficial (por aquí) y grupos de Facebook y Google.
En alguna oportunidad, llegué a ver turistas argentinos en la Librería Pocho, muy contentos por haber encontrado números de esta revista.

sábado, 8 de octubre de 2011

ARTE, ATENTADOS Y ATENTADOS AL ARTE



Recuerdo como si fuera hoy la primera vez que vi una noticia sobre un atentado contra una obra de arte.
Yo era apenas un niño, pero me llamó mucho la atención el hecho: un sicópata había arremetido a martillazos contra "La Piedad", la famosísima obra de Miguel Angel, provocándole graves daños.

Se demoró más de un año en restaurar la escultura, tras de lo cual volvió a ser exhibida pero bajo estrictas medidas de seguridad y protección.

Mientras tanto, al autor del atentado se le sentenció a dos años de prisión y tras cumplirlos se le expulsó del país. Bastante justa la medida, teniendo en cuenta que hablamos de una obra irremplazable y de un consumado artista que perdurará por siempre.

Pero no es algo que pueda generalizarse a la ligera, sobre todo viviendo en tiempos donde cualquier cosa pasa por ser arte y donde siempre se aprovecha una oportunidad para ganar dinero fácil.

Veamos este caso:

Resulta ser que hay un señor de nombre Wim Schippers que se considera a sí mismo "artista", "comediante" y "actor". Para el caso, viene a ser uno de esos ganapanes que no pierden ocasión de currar con lo que sea (su máximo "trabajo actoral" ha consistido en hacer las voces de varios personajes de "Plaza Sésamo" en la versión holandesa).

Pero dejemos eso de lado. La cuestión es que el buen Wim ha realizado una "obra de arte" consistente en tomar dos mil frascos de manteca de maní y esparcirlos sobre una superficie en forma más o menos pareja, hasta lograr una especie de alfombra grasienta de 48 metros cuadrados.

Aquí le vemos en plena "realización artística":



Y aquí observamos la "obra de arte" finalizada:



Estamos en tiempos muy lejanos de aquellos donde la gente le llamaba a las cosas por su nombre.
De modo que en vez de reirse de las tonterías de Wim y recomendarle que agarre para las ocho horas, no han faltado galerías y museos ávidos de contar con este tipo de "creaciones".

Uno de esos museos es el de Boijmans Van Beuningen (en Rotterdam), donde han expuesto esta mugrosa cuestión en lugar privilegiado, como si de un Van Gogh se tratase.
Pero quiso la mala suerte que un visitante distraído pisase sin querer la "obra de arte" con los resultados que cabía esperar:



Y ahora resulta que el museo y el "artista" se proponen demandar al pobre tipo por los "destrozos" causados.

Encima, la "obra de arte" no contaba con protección alguna ni cartel de referencia, porque según el artista eso "opacaría su belleza y espontaneidad".

¿Quién dijo que la capacidad de asombro está colmada?

miércoles, 5 de octubre de 2011

GEORGE INNESS



¿Un aire a Johnny Depp? Puede ser, pero se trata de George Inness, pintor estadounidense nacido en 1825 en Newburgh (estado de Nueva York), en una familia de granjeros.

Quizás el medio rural de entonces fuese poco atractivo para un niño con inquietudes, pero lo cierto es que el buen George no debe haber tenido tiempo de aburrirse: colaborando con las tareas de la granja y jugando con doce hermanos, probablemente no habría tiempo para el tedio. Pero sí para el dibujo, pues pronto demostró que el arte iba a ser su camino.

Hacia 1839 estudió unos meses con John Jesse Barker, un pintor itinerante que solía ganarse la vida dando lecciones. Prácticamente, esa fue el período mayor de educación formal que recibiría George en su campo de actividad, pues sería siempre un pintor autodidacta.

Mientras les cuento algo más, veamos algunas obras.

"Arco iris":



"Amanecer":



"En el río Delaware":



Siendo apenas un adolescente, George se mudó a Nueva York y comenzó a trabajar como grabador de mapas. En esta tarea fue que su habilidad llamó la atención de Regis Gignoux, pintor paisajista francés con el cual tomó algunas lecciones.

Cerca de 1845 asistió a la Academia Nacional de Diseño y se familiarizó con la obra de algunos importantes pintores como Thomas Cole y Asher Durand, llegando a afirmar en alguna ocasión que buscaba "la síntesis de esos artistas, si tal cosa fuera posible".
Pero a la larga, su carrera lo llevaría a encontrar su propio camino pictórico.

Sigamos viendo obras.

"En la campiña romana":



"La tormenta que llega"



"Lluvia y sol"



Para fines de los años '40 de su siglo, George Inness abriría su propio estudio en Nueva York. Y en 1851 lograría realizar su primer viaje a Europa.
Pasaría un año en Roma y luego varios más en París, donde nacería uno de sus hijos (que luego también se convertiría en pintor).

Hacia 1855 volvería a su país, recibiendo un importante encargo de parte de una compañía de ferrocarriles: la realización de pinturas que mostrasen la zona de Delaware y Lackawanna en función de la importancia de las comunicaciones por tren.
La más famosa de ellas es "Valle de Lackawanna", que aquí vemos:



La obra logra aunar la presencia de la tecnología (el tren, la estación que se ve a lo lejos) con el más bucólico de los paisajes campestres. Sólo Dios sabe lo que estará pensando el campesino echado sobre el pasto mientras mira el tren pasar: ¿lo verá como una ventaja o como una maldición?

En todo caso, quienes encargaron la obra se quedaron enormemente complacidos con el resultado. Y la fama de nuestro amigo George siguió creciendo.

Veamos más de sus obras:

"Medfield":



"Nubes pasajeras":



"Verano indio":



Si bien hay obras de Inness en museos, la mayoría de sus pinturas se encuentra en colecciones privadas.

George Inness no abandonó su temática paisajística nunca. Manifestaba la idea de que la Naturaleza y el hombre estaban íntimamente ligados por lazos místicos, e intentaba plasmar en sus telas esas creencias (ligadas en gran parte a los escritos de Emmanuel Swedenborg).

Su definición del arte, recogida en una entrevista que se le realizó, es de por sí muy interesante:

"La verdadera función del arte es, primeramente, lograr que el artista cultive su propia naturaleza espiritual".