domingo, 23 de octubre de 2011
"INSTANTÁNEAS" DE LA CHINA ANTIGUA
El señor de la foto se llamaba Dong Hong-Oai y dedicó gran parte de su vida a la fotografía artística.
Nacido en China en 1929, quedó huérfano a los siete años y emprendió camino hacia Vietnam, al cuidado de familiares.
Eran otros tiempos, de vida dura y madurez rápida. Así fue que nuestro amigo Dong fue prontamente empleado como aprendiz en un estudio fotográfico de Saigon. Y vaya que aprendió el aprendiz, tanto con la cabeza como con el corazón, porque decidió dedicarse a la fotografía por entero.
Lo que primero era una necesidad (pues debía aprender las habilidades requeridas en su trabajo), luego pasó a ser hobby y finalmente expresión creativa: muy pronto comenzó a experimentar en busca de un estilo propio y de nuevas técnicas.
Hacia los años '50 asistió a clases para graduarse en Arte en la Universidad de Vietnam, luego enseñó fotografía, posteriormente estudió con maestros renombrados en Taiwan y se ganó la vida como fotógrafo de la Cruz Roja durante varios años.
En 1979 se radicó en Estados Unidos y comenzó otra vez de cero. Pero llegó con sus trabajos previos y los negativos de sus creaciones, que yo llamaría instantáneas de la China antigua:
Efectivamente, Dong Hong-Oai tomó la temática de la pintura clásica china y utilizó similares composiciones para plasmarlas a través del ojo de la cámara. En estricto blanco y negro, con técnicas de superposición de negativos para lograr un efecto de profundidad muy bueno.
El resultado es maravilloso y tiene una fuerza creativa evidente. Aún a las personas que jamás hayan visto obras de pintores chinos clásicos, la obra de Dong les llamará la atención, porque desprende una rara expresividad.
Al principio, Dong se limitó a vender sus obras en ferias del Barrio Chino de San Francisco. No sabía hablar inglés (y no aprendió el idioma nunca). Pero su arte habló por él: poco a poco fue haciéndose conocido y finalmente ganó un sitial como artista.
Lo que antes se vendía en una feria barrial, pasó a interesar a coleccionistas y museos. Pero el señor Dong no se la creyó nunca. Si le preguntaban cuál era el secreto de su arte, se limitaba a decir:
"Cualquiera puede hacer fotos bellas en China".
Pero lo cierto es que no a cualquiera le quedaban las fotos como a él (dicho sea de paso, con los años volvió muchas veces a China y siguió obteniendo material para su creatividad).
Pero basta de charla. Les dejo unas cuantas obras del artista a continuación, esperando que les gusten. A mí (que no sé nada) me parece un trabajo muy válido.
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2 comentarios:
Que impresionantes obras de arte. No son fotos, son pinturas tomadas con una cámara. Gracias Pelado
Me alegro que te hayan gustado, Mariolo.
Lo lindo de estas creaciones (por lo menos para mí) es que el artista usa una técnica moderna y se inspira en temática muy antigua.
Va un abrazo, amigo!!!
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