martes, 4 de mayo de 2010

ALGO PARA (NO) CONTARLE A LOS NIETOS


El hombre de la foto se llama Paul Hutton y ya tiene una historia para contar a los nietos. Si quiere que le pierdan todo el respeto, claro.

Resulta que el buen Paul fue arrestado por la Policía, que lo pescó totalmente borracho y conduciendo por la calle un coche eléctrico de Barbie para niños.

Todo comenzó cuando un buen (mal) día encontró abandonado un auto eléctrico de Barbie, de tamaño suficiente para que una niña pequeña lo maneje.
Al verlo, Paul pensó que reparar y "tunear" el cochecito sería un buen proyecto para realizar con su hijo, que estudia mecánica automotriz. Y entonces, ni corto ni perezoso, se lo llevó a su garage.

Los días pasaron y los Hutton metieron mano al autito: le repararon el sistema eléctrico, le colocaron una batería nueva y hasta lo pintaron de color blanco:


Tan pero tan orgulloso estaba Hutton padre de su cochecito tuneado, que decidió mostrárselo a un amigo que vive a cinco calles de su casa.
Pero en vez de llamar al amigo para que viniera a verlo, no se le ocurrió mejor cosa que sacar el autito a la calle, subirse al mismo como pudo y, totalmente arrollado y encogido, meter "acelerador a fondo".
Claro, estaba borracho como una cuba.

Quiso el destino que dos policías a esa hora de la noche estuvieran patrullando esa calle.
Y sólo Dios sabe lo que pensaron cuando vieron al Sr. Hutton subido a ese cochecito como un contorsionista, haciendo eses por la calle, a la "escalofriante" velocidad de 6 kilómetros por hora (máxima del autito).

Arrestado y derivado a Juez (cuando se le pasó la borrachera), resulta que don Hutton tuvo que pagar 85 libras de multa y se le retiró la licencia de conducir por tres años.
Además, supongo que en su ciudad hasta los perros se ríen de él (y con razón).

2 comentarios:

Mariolo dijo...

Que tipo más pel.....do.

pelado1961 dijo...

Menos mal que por lo menos había pintado el auto sobre la capa de rosado original.
Fue lo único que hizo bien el hombre.