LIBEREN A LORENZO YA !!!

Nadie sabe cómo comenzó la carrera delictiva de Lorenzo.
Quizás empujado por el hambre, terminó por aceptar unos jefes que le proponían ser parte de la banda.
Tal vez ni siquiera sabía que estaba haciendo algo ilegal.

Con el tiempo, fue pieza fundamental en el esquema de los traficantes.
Apenas detectaba a las fuerzas del orden, daba un rápido alerta que garantizaba la seguridad de las operaciones clandestinas.
Pero la suerte no dura para siempre.

Un día, los policías fueron más rápidos y astutos que Lorenzo.
Lo detuvieron, sin molestarse siquiera en leerle sus derechos. De nada le sirvió intentar parlamentar con los uniformados.
Al fin, mientras era conducido en la patrulla, ya resignado pensó en una mujer. Como suele suceder.

Nunca le designaron un defensor y no ha sido remitido a Juzgado alguno. A todas luces, su detencíón es manifiestamente ilegal.
Pero a Lorenzo no parece importarle.
Y no han logrado quebrantarlo: desde que está preso, se ha negado a emitir una sola palabra. Nunca será un soplón.
Eso se llama ser macho.

Y yo desde aquí, Lorenzo, reclamo tu libertad.