viernes, 19 de agosto de 2011

EL BLANCO MÁS CARO DEL MUNDO



Cuando John Weber era un niño, más de una vez intentó llevarse de casa de su abuelo un viejo copón de metal. ¿Para qué lo quería? Pues para usarlo de blanco, disparando con un rifle de aire comprimido que era su posesión más preciada. Nunca tuvo suerte, nunca logró evadir la vigilancia familiar.

Al final, su abuelo le prometió que algún día iba a regalarle el objeto que tanto deseaba llenar de agujeros. Y asi fue que en 1945 se lo obsequió. Pero para entonces el pequeño John ya estaba entretenido con otra cosa. De modo que el copón fue a parar a un ropero.

Con los años y las vicisitudes, la situación del objeto no mejoró. Por el contrario, pasó varias décadas en una caja de zapatos bajo la cama del buen John. Hasta que un día, el hombre recibió un ultimatum de su esposa: puesto que se iban a mudar a una vivienda más chica, debían deshacerse de todos los trastos inútiles.

Y el copón era un candidato perfecto para ir a parar a la basura.



Cuando llegó el momento de decidir qué hacer con el objeto, John decidió averiguar si era "vendible", aunque sea para sacar unas pocas libras (o simplemente por llevarle la contra a su mujer).
Como sea, la cuestión es que lo llevó a una tienda de antiguedades, donde el dueño miró el copón por largo rato y, luego, tomó el teléfono para llamar a un experto.

"Tanto lío por esa porqueria, seguro que no me dan nada", pensó el pobre John.

Pero cuando llegó el experto y examinó el objeto concienzudamente, el dictamen fue categórico:



Para empezar, el copón está hecho de oro sólido. Pero eso no es todo: se trata de una pieza rara que data de una época anterior a Alejandro Magno. Para ser más exactos, procede del Imperio Aqueménida y tiene una antiguedad de unos 2.400 años, si no más.

Sabido lo anterior, John puso en subasta el valioso objeto de inmediato. Obtuvo 99.000 dólares en el remate, pese a que el experto le aconsejó no venderlo por menos de 250.000. Pero el hombre estaba apurado: seguramente quería recuperar las décadas de guardar en una caja de zapatos el regalo del abuelo.

8 comentarios:

Mariolo dijo...

Y mi mujer diciendome que tire todas las porquerías que tengo guardadas ... JA

La verdad que se dan cada casos increíbles.
En El Precio de la Historia se ven a veces casos de gente que ni sabe lo que vende.

Anónimo dijo...

Seguro que el abuelo fue uno de esos soldados ingleses que saquearon medio mundo en sus guerras coloniales.

Saludos.

pelado1961 dijo...

Mariolo:

A mí también me gustan ese tipo de programas. Tenés que mirarlos con Samy, para que vea que no tiene que tirar ninguna de tus porquerías...digo...colecciones, jajajajjaja.
(No te preocupes, que yo también estoy amenazado por la mafia femenina: si me descuido, me tiran todo!!!)

Un abrazo.

pelado1961 dijo...

Ernesto:

Creo que tenés razón. Hay gran chance de que un antepasado del tal John fuese un ladronazo...digo...un benemérito soldado del imperio británico, jejejeje.

Va un abrazo, amigo!!!

El radioaficionado dijo...

Esta nota se la voy a mostrar a mi mujer, que me dice que tire a la basura algunas radios antiguas que tengo...

Ferchu dijo...

Ya mismo me pongo a revisar el sotano de mis viejos jejejeje

pelado1961 dijo...

Radioaficionado:

Voy a tener que armar un post sobre radios antiguas y sus valores, para que ilustres un poco a tu señora, jajajajajja.

Un abrazo.

pelado1961 dijo...

Ferchu:

Aprovechá, con la excusa de que vas a "ordenar un poco" y capaz, quien te dice que no tengan alguna cosa inesperada!!!!

Saludos.