"De ser un simple esqueleto, constipado, sin apetito, el Sr. S. H. Hiestand retornó a la salud, ganó 10 kilos de peso y se revigorizó hasta decir que se siente un hombre joven nuevamente".
Nada mal para un hombre de 85 años, ¿no? Y mejor aún si tomamos en cuenta cuál fue el "producto milagroso" que permitió su recuperación: según reza el aviso publicitario, toda esa mejoría se produjo gracias al consumo diario de whisky.
Tomen nota.
(Por mi parte, conozco más de uno que, sin saberlo ni proponérselo, hace rato que está prácticamente embebido de esta "medicina alternativa").
2 comentarios:
Yo sabía que me estaba cuidando mejor de lo que me decía mi mujer. Ja
Es así, Mariolo. Hay que tomar la "medicina" si uno quiere estar bien a los 85, jajjajajaa.
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