miércoles, 4 de julio de 2012

Y CAPAZ QUE LO HACE MEJOR



El pueblo de Cimolais es un pequeño y agradable lugar del norte de Italia. Pero eso no quiere decir que allí no pasen cosas raras. Por ejemplo, elegir un alcalde que no quería ser alcalde.

El extraño suceso se dio este año, cuando se llevaron a cabo las correspondientes elecciones. El alcalde en funciones, de nombre Gino Bertolo, se aprestaba para presentarse nuevamente como candidato y ser reelecto. Faltando muy poco para que se cerrase el plazo de inscripción de candidatos, era por entonces el único.

Pero fue entonces cuando Gino pensó que sería bueno que hubiera lucha electoral, para que la gente del pueblo se motivase un poco. Y se le ocurrió pedirle a un amigo que se presentase como candidato. El hombre, Fabio Borsatti, aceptó. Se candidateó y así los ciudadanos de Cimolais llegaron a las elecciones con opciones.



Y pasó lo que pasó. El alcalde que quería lucha electoral tuvo 117 votos, mientras que el candidato que no quería ser alcalde tuvo 160 votos.

A tal punto el hombre se había desentendido del asunto, que se enteró por los vecinos, que pasaron a felicitarlo mientras miraba un partido de fútbol por TV. Tomando el asunto con bastante filosofía, el señor Borsatti dijo que no iba a renunciar al cargo obtenido y que, si bien no había llegado con un proyecto o plataforma política, se concentraría en las necesidades del pueblo y en promover el turismo.

Y capaz que lo hace mejor.

2 comentarios:

NuMaN dijo...

No está mal.Casi casi es una garantía elegir a alguien que no muestra interés por el poder.
A lo mejor sale como decís vos.
Y será un precedente "peligroso" en el historial democrático.
Salutti!

Mariolo dijo...

jajaja, que buena respuesta consiguió el ahora EX alcalde. Prefirieron elegir al desconocido.

Y el electo ganó un cargo y perdió un amigo, jaja
No creo.