ENTRE LA FIFA Y ARQUÍMEDES

Desde que Arquímedes salió de la bañera gritando "¡Eureka!" muchos siglos atrás, se puede decir que la Ciencia sabe un poco más acerca de hidrostática, pesos específicos y demás.

¿Y qué fue lo que hizo salir desnudo y a los gritos a este buen científico por las calles de Siracusa? Fue la alegría que le daba el haber descubierto cómo resolver un problema práctico: saber si una corona era realmente de oro o si estaba hecha de una  vulgar aleación.

Cuando tuvo en sus manos la corona, pudo experimentar con ella y llegó a la conclusión de que estaba hecha con una aleación (y así le habrá ido al joyero, pues la gente poderosa ya por entonces resolvía malamente estas situaciones).

Pero, ¿qué pasa si el problema es ligeramente diferente? Por ejemplo, si uno no tiene en sus manos el objeto y necesita saber si está hecho realmente de cierto metal sólido, conociendo sus dimensiones y su peso declarado, ¿qué hace?
Pues lo que hicieron en la Universidad de Nottingham con los datos disponibles de la Copa del Mundial de Fútbol: se pusieron a calcular.

Según la FIFA ha declarado una y otra vez, la actual Copa del Mundo es de oro macizo (con una base de malaquita, piedra semipreciosa). Dicen ellos que se usaron unos cinco kilos de oro de 18 kilates para fabricarla. Y nosotros sabemos que mide 36,8 centímetros de alto.

Hasta aquí, todo muy lindo. Pero se ve que en la Universidad de Nottingham estaban muy aburridos, porque se pusieron a hacer cálculos al respecto. Y las conclusiones a las que llegaron son sorprendentes:

"El oro es muy pesado, se trata de uno de los metales más densos. Si la Copa del Mundo fuera de oro macizo, debería pesar entre setenta y ochenta kilos"

Las alternativas son pocas. O bien la copa es hueca, o bien es de un material mucho más liviano y solamente está recubierta de oro. Pero que sea de oro macizo, ni lo sueñes.

Ya ni en la FIFA se puede creer...