jueves, 15 de julio de 2010
NO HAGAS ENOJAR A LA ABUELITA
Cuando un asesor financiero alemán desapareció de golpe de los lugares que frecuentaba, la Policía siguió diversas pistas sin llegar a ninguna parte.
Es que James Amburn (que así se llama el tipo) no estaba vinculado a dinero fraudulento ni a corporaciones sospechosas. Por el contrario, el hombre se había especializado en manejar el dinero de jubilados y pensionistas, además de tener una reputación intachable.
Al final, los oficiales fueron atando cabos poquito a poco. Entre seguimientos, escuchas telefónicas y el estudio de la cartera de clientes de Amburn, los policías llegaron a una asombrosa conclusión: los culpables de la desaparición eran cuatro furiosos jubilados:
Estas personas habían confiado sus ahorros y pensiones a Amburn para que éste los manejara.
Tras una serie de desafortunadas inversiones, el asesor financiero les había hecho perder 2,3 millones de euros en conjunto.
Sintiéndose estafados, tramaron un plan para vengarse, digno de una banda delictiva.
Mediante estratagemas, hicieron que Amburn se dirigiera a una zona apartada de la ciudad. Le secuestraron en plena calle y lo llevaron a punta de pistola hasta un remoto sitio vacacional, donde lo mantuvieron en cautiverio en una cabaña.
Pensando que el tipo tendría su dinero oculto, lo torturaron durante cuatro días.
Para cuando llegó la Policía, se encontraron al pobre Amburn encadenado en un sótano, con quemaduras de cigarrillos en su cuerpo y alguna costilla rota (puesto que le pegaron con la pata de una mesa).
Cuarenta fueron los policías que rodearon el lugar, armados hasta los dientes. Pensaron en principio que encontrarían a alguna banda de forajidos, pagada por los clientes de Amburn para secuestrarlo.
Pero cuando irrumpieron en la cabaña al mejor estilo "SWAT", no había forajido alguno: solamente cuatro "amables ancianitos", que tomaban té, jugaban a las cartas y, de paso, le daban palo y palo al desafortunado asesor.
El "líder de la banda", de 74 años, fue condenado a seis años de prisión (además de no haber recuperado su dinero, el cual Amburn no había robado sino invertido sin suerte).
Moraleja: es mejor que las AFAP y el BPS no hagan enojar a la abuelita....
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8 comentarios:
noooo q mortal!! bien podria ser esto una peli tragicomica. Perder ese dinero no da gracia pero q se le va a hacer asi pasa con las inversiones y a veces hasta con bancos :$
Nunca me imagine q los matones fueran los ancianos creadores intelectuales pero bueno las apariencias engañan, ahora de haberlos robado unas quemaduras de cigarros son "soportables" suerte q no tenian agujas de tejer jaja beso pelado
jajajaja, me imagino a los abuelitos urguayos secuestrando a Murro, jajaja
Vale:
Parece una película, tal cual.
Pero ya ves que la vida real supera todo!!!
Pobre tipo, le dieron hasta con la pata de una mesa (creo que si la Policía no llegaba a tiempo, las agujas de tejer eran el siguiente paso)
Beso.
Mariolo:
¿Te imaginás lo de Murro? Conozco algunos jubilados que, sinceramente, espero que no lean esta noticia....porque copian la idea, jajajjaja.
Un abrazo.
Eran bravos los viejitos eh? ah! eso te va a enseñar a no meterte con canuto! Mirá para los que piensan que los viejos no suenan ni truenan! Jeje! La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Un beso! Julia Dreams
Julia:
Yo no me metería con esos viejitos!!!
Creo que al inversor lo salvó la campana, porque si no....
Beso.
Tremendo !!! Acá vienen acumulando mucha bronca nuestros viejos, te imaginás?
Besitos !!!
Silvina:
Me acordé del tema de las AFJP en Argentina cuando leí la noticia de los cuatro "abuelitos".
Ya me veía a los jubilados argentos prendiéndole fuego a la "reina" Cristina, jajajajjajajajaja
Besos.
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