jueves, 14 de abril de 2011

EL COMENSAL QUE FALTA EN LA FOTO



Evidentemente, la capacidad de adaptación de los animales es superior a lo que podemos imaginar.
Y si no me creen, vean la noticia que les traigo: un cachorro de zorro vivió durante dos semanas en el piso 72 de un rascacielos en construcción, hasta ser descubierto por los asombrados obreros.

Todo ocurrió en Londres, cuando algunos trabajadores de la obra en cuestión comenzaron a notar que sus almuerzos desaparecían misteriosamente. Teniendo en cuenta que no son sanas las discusiones entre compañeros (y menos a doscientos y pico de metros de altura), optaron por hacer algo más inteligente: estar más atentos.

Y fue entonces cuando descubrieron al comensal escondido: un zorro de unos seis meses.


Llamaron al servicio de control de plagas, que mandó un equipo (de gente sin vértigo, supongo) para capturar al zorrito.
Es un misterio absoluto el saber cómo llegó hasta allí el animalito, dado que el edificio está en plena construcción y, en consecuencia, no es posible subir así nomás al piso 72. Para ser más exactos, cuando se llega al piso 35, el único camino para seguir es un montacargas abierto.

De todas formas, nuestra historia termina bien: Romeo (que así bautizaron al zorrito) fue tentado con algo de pollo y se acercó a la jaula, en la cual fue bajado de su extraña morada.
Luego de eso, fue liberado en una zona mucho más apropiada para que continúe su vida silvestre: un bosque.

Allí seguramente será feliz, aunque es probable que atisbe la ciudad desde alguna colina y, observando los rascacielos, añore los tiempos en que hacía travesuras en el piso 72.

6 comentarios:

Al & George dijo...

Que no me vengan después con la superioridad del ser humano!!!

pelado1961 dijo...

Cierto, Neville.
Estas cosas ponen en duda nuestra supuesta "sabiduría".
(Además, los animales suelen ser más simpáticos, jajajajja)

Saludos.

Mariolo dijo...

Lo más parecido al Oso Yogui, pero un zorro

pelado1961 dijo...

Es como si lo viera, con el sombrerito y afanando la canasta de la merienda!!!!

vale dijo...

Pobre zorrito q suerte que tiene un final feliz aunq las desafortunadas experiencias de este tipo han dejado claro q tambien el humano es capaz de adaptarse a maneras inimaginadas con tal de sobrevivir.. Como niños perdidos en una selva y demas. Por el momento tengo la sabiduria de no querer comprobar si mis instintos me salvarian de algo asi jej beso

pelado1961 dijo...

Yo no me animaría a hacer la prueba: soy demasiado civilizado, jajajajjaja.


Beso.