martes, 17 de abril de 2012

EL ALQUIMISTA DE LOS PLATILLOS



Es de suponer que el alquimista Avedis no estaba involucrado con los instrumentos de percusión en general, o con los platillos en particular. Pero una noche del año 1618, cuando se hallaba en plena tarea buscando transmutar unos metales en oro, encontró una fórmula muy particular.

La aleación de estaño, cobre y plata que había creado, resultó tener unas interesantes propiedades: si se la moldeaba en una lámina fina y se la golpeaba, producía un sonido característico.
Avedis no encontró la Piedra Filosofal, por cierto que no. Pero si bien tampoco transmutó literalmente metales viles en oro, al menos puso los cimientos para una empresa que da buenas ganancias hasta hoy y tiene un producto estrella: los platillos Zildjian.



Hombre avispado, Avedis fundó una fábrica y buscó un seudónimo apropiado. Nada mejor que Zildjian, que viene a significar "hijo del vendedor de címbalos".

Los años pasaron y la fórmula de composición de los platillos sigue siendo secreta. La tradición familiar de los Zildjian implica que sólo es transmitida al hijo mayor en cada generación.
De modo que, aunque el proceso de fabricación se haya adecuado a los tiempos, añadiendo todas las mejoras que permita la técnica, la fórmula básica no ha cambiado y es tan misteriosa como la de Coca Cola.

Cualquiera que guste de la música y haya asistido a recitales, sabe que muy probablemente el batero de la banda ha de tener unos platillos de esta marca entre sus instrumentos.
La lista de quienes los han usado incluye, por ejemplo, a:

Charly Alberti (Soda Stereo):



James Kottak (Scorpions):



Joey Kramer (Aerosmith):



Lars Ulrich (Metallica):



Mitch Mitchell (Jimmy Hendrix Experience):



Rick Allen (Def Leppard):



Caroline Corr (The Corrs):



Sheila E (Prince):



Roger Taylor (Queen):



Y muchos más, no sólo rockeros sino también jazzeros, melódicos y un largo etcétera.

Ahora bien, supongo que ustedes se preguntarán (como yo lo hice), ¿qué pasaría si sufren un accidente las personas que conocen la fórmula? Pues bien, allí entraría en funciones una cláusula de un documento que permite abrir una bóveda en North Quincy (Massachusetts, USA), donde la valiosa fórmula está escrita en un papel.

Todo muy misterioso, como cosa de alquimista.

De yapa, les dejo a Roger Taylor, ya que lo mencionamos. El hombre encara un original solo, a medida que "le van armando" la batería. Y luego suena "I'm in love with my car", de Queen:

2 comentarios:

Mariolo dijo...

Muy bueno el informe de cómo surgieron los platillos.
Y que maravilla ver y escuchar a Roger Taylor ... y ver a Caroline Corr, claro ... Bah, a todas las hermanitas Corr jeje

pelado1961 dijo...

Me pareció muy original el solo mientras "armaban" la batería.
En cuanto a las Corr... jeejjeje
(¿quién va a mirar los platillos?)