viernes, 19 de octubre de 2007
SON DE MADERA
Treinta personajes van y vienen en una historia que ya no da para más.
Ya han usado todos los recursos y golpes bajos de la historia de las telenovelas: el cieguito, la enfermedad grave, el divorcio, el hijo adoptivo, el embarazo inesperado, la paternidad que se oculta, los dos hermanos que se enamoran de la misma muchacha, las cosas que se oyen detrás de la puerta, etc., etc.
Mención aparte merece la actriz que hace el personaje de Rita, que es quien aún logra darle color a este fiasco, gracias a una vuelta de tuerca casi increíble: una "mosquita muerta" que, de golpe y porrazo, se transformó en una perra sin escrúpulos al estilo de Joan Collins, para la cual la manipulación, el adulterio y el homicidio son simples medios de conseguir o conservar lo que quiere.
Fuera de eso, todo es una confusa incoherencia donde no pasa nada, salvo que todo el mundo cae en un malentendido cada diez minutos. Y nadie se da cuenta de nada: son de madera.
Por supuesto, cuentan con un muy buen rating.
El equivocado debo ser yo.
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