MEDIDAS DESESPERADAS

Antes de la crisis financiera, la fortuna de la reina Isabel II se calculaba en unos 320 millones de libras, de los cuales unos 100 millones estaban en un portafolio de inversiones.

Ahora, debido a las caídas sufridas por todas las bolsas del mundo, parece que ese portafolio se ha depreciado en un 37 %, lo cual significa en buen romance que la monarca ha perdido 37 millones de libras casi de un saque, o sea unos 60 millones de dólares.

Ya ven ustedes que los teóricos naufragaron en todas partes: no creo que a la pobre señora le hayan faltado financistas, economistas y corredores de bolsa que le hayan aconsejado esas "brillantes" inversiones. Aunque es probable que ahora estén todos en la Torre de Londres, con un señor de capucha negra ocupándose de su "bienestar".

En fin, no crean que la Isa se desanimó por estas nimiedades: para juntar unos manguitos ya dispuso varias medidas, entre ellas abrir por primera vez al público los jardines del palacio de Buckingham, que podrán ser visitados por una módica suma.

Eso es tener ingenio.

(Y yo me quejo de que mi sueldo no rinde. No tengo verguenza.)