miércoles, 5 de diciembre de 2007

UN MUNDO FELIZ - ALDOUS HUXLEY


En 1931, la posibilidad de un gobierno tiránico en una nación cultural e industrialmente avanzada, era una idea que ni siquiera tenía cabida en la mente de la mayoría de las personas.

Alemania era aún una democracia, en la que Hitler era apenas un personaje político más.
La Unión Soviética ya sufría a Stalin en carne propia, pero eran muy escasas las noticias que se filtraban a occidente acerca de sus métodos de gobierno.
Tan sólo Italia se encontraba a la vista del mundo en manos de un dictador, pero aún allí Mussolini todavía no había mostrado su peor faceta.

En cuanto al resto del mundo, si bien el crack del '29 había terminado definitivamente con el espíritu despreocupado de los "años locos", nadie pensaba en el Estado en términos de un poder aplastante para el individuo.

Por estas razones es que resulta verdaderamente llamativa esta obra de Aldous Huxley, "Un mundo feliz". Porque no sólo se anticipa en el tiempo a las peores prácticas del nazismo, el fascismo y el comunismo, sino que además es tan visionaria como para diseccionar los males del capitalismo (que por entonces era alabado) y la globalización (concepto que ni siquiera existía aún).

En sus páginas desfilan la fecundación in vitro, la manipulación genética, un Estado Mundial, el control de los ciudadanos (o la anulación de sus voluntades) a través de la propaganda, la sugestión o las drogas, el control de la información, la división en castas desde el nacimiento, etc., etc.

Algunos detalles son de una sutileza deliciosa, como el calendario por el que se rige esta sociedad, que marca como inicio de una nueva era el momento en que surgió el primer "Ford T" de la cadena de montaje.
Otros momentos son de oscura fascinación, como la descripción de la droga que llaman soma, cuyos efectos son bien semejantes a los que relatan los usuarios del éxtasis, tan popular entre cierta juventud hoy en día. Y también se asemejan a los que produce el Prozac, medicamento enteramente legal que parece ser compañero inseparable de gran parte de la población adulta.

Es cierto que Huxley venía de una familia de biólogos y que pudo, naturalmente, incorporar a la novela material sobre esta disciplina sin dificultad. Pero la manipulación genética propiamente dicha no estaba ni siquiera en pañales por aquella época.
En cuanto al resto de las ideas que utiliza en la obra....sólo Dios sabe de dónde las sacó.

Para quienes no hayan leído (o quieran releer) esta novela, aquí les dejo un link de descarga de la misma.
http://rapidshare.com/files/74382617/Un_mundo_feliz.pdf.html

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