domingo, 27 de enero de 2008

MARY CELESTE: UN BUQUE FANTASMA


Hoy vamos a hablar de uno de los misterios más extraños de la historia de la navegación:
el caso del buque Mary Celeste.

El Mary Celeste se construyó en Nueva Escocia y fue botado a la mar en 1861, bajo el nombre de Amazon.
Desde el principio, este bergantín fue considerado un buque de mala suerte: el primer capitán designado para él no llegó a dirigirlo, pues murió ahogado antes de zarpar.
El segundo capitán murió en el transcurso del primer viaje. Luego todo pareció amoldarse a la normalidad.

(Benjamín Briggs, capitán del Mary Celeste)


Con los años, el buque cambiaría de dueños y de nombre: de llamarse Amazon pasó a ser el Mary Sellars y, por último, tomó su nombre final: Mary Celeste (según algunos, debido a un error ortográfico en el registro, confundiéndose "Sellars" con "Celeste").


(Albert Richardson, primer contramaestre)

El 7 de noviembre de 1872, el buque zarpó de Nueva York con destino a Génova, llevando un cargamento de barriles de alcohol comercial.
Además del capitán y su primer oficial, llevaba una tripulación de siete hombres.
También iban a bordo la esposa del capitán y su pequeña hija, lo cual no era desusado en la época.

(La esposa del capitán Briggs, Sarah)

(La hijita de dos años del capitán Briggs, Sophie)

Casi un mes después, el 5 de diciembre de 1872, un buque llamado Dei Gratia avistó al Mary Celeste a eso de las 15 horas, a unos 650 km al este de las Azores.

A medida que se acortaba la distancia entre ambos barcos, el capitán David Reed Morehouse, comandante del Dei Gratia, logró leer el nombre del Mary Celeste y notó que no había nadie al timón.

Preocupado al no observar ninguna señal de vida en cubierta, conociendo además al capitán Briggs como un comandante capacitado, el capitán Morehouse ordenó abordar el Mary Celeste para auxiliar a su tripulación si se hallaban en problemas.

(Una imagen del Mary Celeste)

Pero ni el capitán Morehouse ni sus marineros estaban preparados para lo que encontraron: no había nadie a bordo, ni vivo ni muerto.

El libro de bitácora se hallaba sobre un escritorio, en el camarote del capitán. La última anotación databa del 25 de noviembre, diez días atrás, indicando que habían pasado la isla Santa María (Azores) a las ocho de la mañana. Luego de eso, nada más.

(El Amazon en pintura de artista desconocido)

Lo siguiente que encontró la partida de hombres del Dei Gratia les causó escalofríos: en el comedor se hallaba la mesa puesta, los tazones llenos de té y una olla sobre el fogón con un estofado.

Continuaron con la inspección, hallando que la ropa, dinero y equipaje del capitán y tripulantes estaban en su sitio.


(Rutas comparativas del Mary Celeste y el Dei Gratia)

No se pudo encontrar el sextante ni los mapas. Faltaba también una pequeña lancha que llevaban a bordo.

El cargamento de alcohol se hallaba casi todo en buen estado (y dicho sea de paso, ese alcohol comercial no era bebible). Informado de ello, el capitán Morehouse decidió pasar unos hombres al Mary Celeste para que lo tripularan hasta Gibraltar, donde reclamaría una indemnización por recuperar el navío abandonado (práctica común y legal en la época)


(Ruta del Mary Celeste)

Una vez en Gibraltar, el Almirantazgo inició una investigación minuciosa, en la cual se examinaron todas las hipótesis posibles, pero sin lograr dar una explicación plausible.

Aceptaron como probable una explicación bastante retorcida: los marineros se habrían emborrachado con algún barril del cargamento y habrían asesinado al capitán y su familia, huyendo luego en la lancha.

(Oliver Deveau, primer oficial del Dei Gratia)

Pero esa explicación es fácilmente refutable: el dinero y pertenencias del capitán y su familia fueron encontrados intactos. Además, no había señal alguna de violencia en el Mary Celeste.

Y por si fuera poco, los supuestos criminales ¿habrían abandondo sus propios efectos personales?

De todas formas, es imposible que se emborracharan con el alcohol que se transportaba: ese tipo de alcohol comercial no causa borrachera sino envenenamiento.


(Afiche de cine: "El misterio del Mary Celeste" - 1936)

Ninguna de las teorías formuladas, entonces o después, pudo explicar el extraño hallazgo ni las causas de lo acontecido.
Los años pasarían y otros casos parecidos irían surgiendo: buques sin nadie a bordo, a la deriva en medio de un mar calmo, incluso con las lanchas salvavidas en su sitio.
Los únicos seres que se econtraron con vida en algún caso, fueron las mascotas de la tripulación: gatos, perros y hasta algún canario oficiaron de mudos testigos de algo incomprensible por completo.

(Localización de los restos del Mary Celeste)

La vida posterior del Mary Celeste estuvo marcada por su condición de buque maldito: comprado y vendido varias veces en el correr de los años, no era fácil encontrar tripulación para el bergantín, que iba precedido por su mala fama.


(Buzo en la localización de restos)

Finalmente, el 3 de enero de 1885, un capitán de apellido Parker le hizo encallar a propósito en el arrecife de coral llamado Banco de Roshelois, en la costa de Haití.

Su idea era enriquecerse en forma ilícita: retiró la carga lo más rápido posible, la malbarató para pagar el silencio de la tripulación y prendió fuego a los restos del buque.

Luego reclamó el seguro. Pero fue detenido y se salvó por los pelos de ir al cadalso: un tecnicismo jurídico impidió que fuera condenado (ya por entonces, la justicia funcionaba "de perlas"...)


(Buzos examinando objetos del Mary Celeste)

Pero de todas formas, de lo que no pudo escapar fue de la maldición del Mary Celeste: murió en forma misteriosa apenas tres meses después del juicio. Ya uno de sus cómplices había enloquecido, un miembro de la naviera se había suicidado y todas las empresas intervinientes quebraron al poco tiempo.

Notables casualidades......¿o serán causalidades?

Sobre el hallazgo de los restos del Mary Celeste y su exploración, pueden encontrarse fotos y videos en:
http://www.numa.net/expeditions/mary_celeste.html

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