NO, NO TENGO CELULAR (NI QUIERO)

Antes que nada, a quienes no viven en Uruguay o ni siquiera han oido hablar de este azaroso país, les aclaro algo: aquí hay servicio de telefonía móvil y millones de aparatos en uso.

Soy yo el que no quiere tener uno (ni dos o aún más, como mucha gente tiene).

Pensarán que estoy loco y que serán necesarios muchos años de terapia para rehabilitarme, pero tengo mis razones para que los celulares no me interesen. Aquí van:

Uno: Ya he visto demasiada gente que es esclava de esos aparatos.

Soy una persona pro-tecnología. Creo que el dvd, la computadora, el microondas y mil cosas más sirven para entretenernos o para hacernos la vida más fácil. Pero cuando veo gente que hace su vida metida en esa pantallita de dos pulgadas y sin enterarse de nada....creo que es demasiado.

Dos: Nadie ha podido decirme con claridad para qué querría yo uno.

Mucha gente en mi entorno ha intentado convencerme o sugerirme que use uno, pero cuando les pregunto de qué me serviría, no saben qué decirme. O a lo sumo me salen con una enigmática frase del estilo: "mirá si te pasa algo y lo precisás", expresión indefinida que parece augurar siempre una catástrofe espantosa de la cual el celular me salvará. Sí, cómo no.

Tres: Los mensajes de texto me parecen aberrantes.

Demandó miles de años al ser humano el construir una civilización, de la cual el lenguaje es una característica distintiva. Por eso, cuando veo mensajes que ponen algo como: "yo tb tdigo kda 1 yba eso tqm", me parece una involución evidente. En cualquier momento, en el "Animal Planet" muestran orangutanes comunicándose con mayor sofisticación.

Cuatro: Estoy harto de los ringtones.

Ya no da para más esa competencia no declarada por ver quién tiene el ringtone más grosero, ruidoso u ofensivo posible. O para mostrarle a todo el mundo cuánto te gusta la cumbia villera.

Cinco: Las promociones me sacan de quicio.

Estoy hasta la coronilla del Plan Abuelos, del Plan Amigos, del celular del Hombre Araña y de todas las demás pavadas. Demasiado marketing suena a producto innecesario. Nadie tuvo que ofrecerme el Plan Pelado para que ponga teléfono en mi casa.

Seis: Es un servicio caro.

A mí no me interesa si puedo hablar con cuatro amigos de por vida o si las llamadas son más baratas en las madrugadas de invierno o si me dan el doble de minutos por pasarme a la compañía Oscuro.

El día que su uso normal tenga un costo razonable, me avisan.

Siete: Es un servicio que se satura.

A mí no me sirve de nada el saber que van a instalar ocho antenas más "en un futuro próximo" como parte de un plan quinquenal. La cuestión es que hoy no podés decirle a alguien "Feliz Año Nuevo" sin tener problemas.

Creo que son suficientes razones. Y conste que no he mencionado a los que consideran el celular como un tema de conversación de lo más interesante, personas que en medio de una reunión o una fiesta empiezan:

- "Che, dejame ver ¿tenés un Motomiércoles ZXP-433?" (haciéndose el entendido)

- "No, no, éste es el Motomiércoles ZXP-434, que no pesa nada y es más chico" (con cara de superioridad).

- "Ah, pero me dijeron que el menú de los Motomiércoles es malísimo, yo por eso me traje de Singapur un Noqueado 739-PT, miralo, miralo" (y lo desenfunda como si hubiera liquidado al otro tipo).

- "Ya los conozco, si mi primo Peteco se compró uno en el free-shop. ¿Sabés qué? La batería es una porquería, no te va a durar ni seis meses" (intentando ser convincente).

- "Claro, porque tu primo se compró el que fabrican en Shanghai, pero éste es de Finlandia auténtico" (guiñando un ojo y haciéndose el canchero).

Y la conversación seguirá por el mismo camino un largo, largo rato.

Patético.

¿Ustedes tienen celular? Y si es así: ¿les sirve para algo?

¿O es un artefacto más que "hay que tener porque todos tienen"?