LIQUIDACION DE ESPOSAS POR FIN DE TEMPORADA

Ya sabemos que se puede comprar y vender cualquier cosa a través de Internet. Pero esta vez el producto es totalmente inusual: una esposa.

El asunto empezó cuando Paul Osborn, un británico de 44 años, reparó en ciertos comportamientos de su esposa que le hicieron sospechar que tenía un amante.
Pacientemente, el hombre monitoreó sus mails y llamadas telefónicas, hasta que se convenció de que, efectivamente, su esposa Sharon le engañaba con un compañero de trabajo.

¿Y qué hizo entonces? La ofreció en subasta en la página de eBay:

El aviso que puso no fue muy prometedor: una foto de su esposa metiéndose los dedos en la nariz, con una somera descripción del "artículo en venta": "esposa tramposa, mentirosa y adúltera".
Y además de todo, barata, porque la subasta se abría en un centavo de libra.

Pero ya lo decía mi abuela: basta que pongan algo en venta para que alguien lo quiera comprar. Efectivamente, empezaron a llegar ofertas al sitio web, hasta que el precio trepó a 500 libras. Y nunca sabremos cuál hubiera sido a la bajada del martillo, porque el hombre se vio obligado a retirar el aviso, ya que su esposa lo denunció a la policía.

De todas maneras, no veo por qué tanta alharaca. Ya el año pasado un marido brasilero puso en venta a su esposa, a través de la página "Mercado Libre". Aquí vemos la foto del "artículo":

En esa oportunidad, un tal señor Breno Bonin, del estado de Matto Grosso, puso en subasta a esta señora por una base de 50 dólares, en forma por demás escueta: "Vendo a mi esposa, óptimo estado de conservación".

El negocio también se frustró en esta oportunidad, porque una ministra encargada de la Secretaría Especial para Políticas de Mujeres, hizo que el gobierno denunciara al sitio web ante los entes reguladores de publicidad.

Y yo digo: ¿dónde queda el libre comercio entonces?