Cumple 50 años el Edificio Panamericano, obra del arquitecto Raúl Sichero.
Cuando se construyó fue toda una novedad para Montevideo, con su estructura de vidrio y aluminio. Luego, con el tiempo, otros edificios semejantes aparecerían por la ciudad.
El edificio que cambió la fisonomía de la rambla, es distinto al del proyecto original. Debido a la crisis económica que comenzó en 1958, el Panamericano fue modificado: en un principio tenía otra ala que continuaba a la actual construcción, dibujando un ángulo obtuso hacia el puerto del Buceo. Hubiera sido interesante de ver, ¿no?
El proyecto de El Panamericano fue muy resistido, según expresó en un reportaje su creador (que hoy tiene 92 años):
"El municipio tardó un año y medio en aprobarlo". Cuando el trámite estaba trancado, consultó al Instituto de Teoría y Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, que aprobó la propuesta con un informe más que positivo: "Edificios como este no sólo deben ser aprobados, sino que deben ser estimulados", concluía.
Sichero destacó la proporción entre el terreno y la base del edificio: en una superficie de casi tres hectáreas, la planta ocupa unos 1.700 metros cuadrados.
Sin retroceder ante el contraste, el edificio combina la independencia de los apartamentos con amplios espacios comunes, y el volumen compacto del edificio con los pilotes que lo sostienen, cortando la rambla abruptamente y permitiendo a los propietarios de los apartamentos una vista reposada de dos bahías.
"Vendí el 60% de los apartamentos antes de empezar la excavación, porque ya tenía una confianza ganada", explicó. La ecuación final le resultó ampliamente positiva. Y, para su orgullo, aún siguen viviendo allí algunos de los primeros compradores, contó.
Sichero siempre admiró a Le Corbusier, que también promovía y vendía las construcciones que proyectaba. "Era el número uno", afirmó.
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