Según me enseñaron ya en la primaria, el descubridor del Río de la Plata fue un marino español: Juan Díaz de Solís. Buscaba un pasaje hacia el oeste y, bordeando América del Sur, habria llegado a estas tierras. Pero encontró un trágico final al ser atacado, muerto y devorado por los indígenas junto a varios de sus hombres. Por uno de ellos, Martín García, se nombró una isla del Río de la Plata. Hasta aquí todo claro.
Por de pronto, nadie puede afirmar que Solís fuera español, a nadie le consta. Se ha especulado incluso con que pudiera ser portugués de nacimiento y navegado bajo dicha bandera de joven, llegando incluso hasta la India (donde Portugal poseía colonias).
Posteriormente, Solís habría abandonado la marina portuguesa para pasar a navegar con corsarios franceses. Y en algún momento de la travesía, su barco capturó un buque portugués. Como este acto era merecedor de pena capital en Portugal, Solís se habría pasado a la marina española como último recurso.
Todo muy extraño. Lo cierto es que no sería el primer navegante bajo bandera española interesado en ocultar por completo su pasado. Empezando por Colón, el más enigmático de todos.
El primer viaje de Solís al servicio de España lo haría en 1508, precisamente junto a un compañero de Colón: Vicente Yáñez Pinzón. No se conoce a ciencia cierta la ruta que siguió, pues toda expedición de la época estaba velada por el secreto. Sí se sabe que a la vuelta, le esperaría la prisión por una acusación de Yáñez, pero pronto su suerte cambiaría: se ganaría la amistad del Rey y le nombrarían almirante.
Su viaje fatídico comenzaría en 1515, ya rodeado de inconvenientes: detectada la expedición por espías portugueses, éstos intentaron sabotear los tres barcos antes de zarpar. Pero no pudieron impedir que se hiciera a la vela el 8 de octubre de ese año.
Alcanzando la costa de Brasil, prosiguió hacia el sur lentamente. Al llegar a nuestras costas, se habría producido el grave incidente que relatan los libros de Historia. ¿O no fue así?
El jesuita Lucas Marton logró recopilar un importante conjunto de datos históricos en el Río de la Plata a principios del siglo XVII. La versión que obtuvo de los hechos difiere de la que conocemos.
Al parecer, la expedición que bajó a tierra en el Río de la Plata estuvo comandada por Martín García, quedándose Solís a bordo. Encontrando un pequeño grupo de indígenas en la costa, fueron bien recibidos por éstos, pese a lo cual los españoles mataron a los hombres y violaron a las mujeres.
La reacción de otros indígenas no se hizo esperar: atacaron y mataron a casi todos los españoles, a excepción de un grumete que fue tomado prisionero (quizás por no haber participado del hecho). Ante esto, Solís insistió en volver a España de inmediato, lo cual provocó un motín durante el cual el almirante fue abandonado a su suerte en un bote.
Y nunca más se supo de él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario