domingo, 16 de marzo de 2008

FITO PAEZ EN EL TEATRO SOLIS


Fito Páez se presentó en el Teatro Solís en Montevideo, con su nuevo disco "Rodolfo".
Pasar de tocar con una banda nutrida a hacer un espectáculo donde el hombre y su piano son los únicos protagonistas, encerraba sin duda cierta osadía. Pero Páez no tuvo problema alguno en sacar adelante un show redondo: le sobró "cancha".

Y no me refiero solamente a la música, sino también al trato con el público de esa noche, que por momentos me hizo sentir verguenza ajena, de lo taraditos que se pusieron algunos.

De arranque nomás, una mujer en primera fila del Solís se puso a batir palmas cuando el show no empezó a la hora prevista (habían pasado diez minutos). Lo hizo una vez, nadie acompañó el gesto. Lo hizo otra vez y no tuvo eco. Al final, a la quinta o sexta vez, la manada troglodita de siempre se hizo ver. Y lo que pudo arreglarse si la señora hubiera tomado su Lexotán de la noche, degeneró en veinte o treinta idiotas secundando el gesto.

No fue la única guarangada. A poco de empezado el espectáculo, con Páez interpretando con su piano, una chica se puso a hacer el ritmo batiendo palmas. El músico paró y le dijo directamente: "¿Qué hacés? ¿Cómo querés saber adónde voy si no hay una batería?", observación totalmente lógica porque la canción tenía un arreglo sólo para piano.

Pero el récord de la bobada lo constituyó una tontita que, ya cerca de los bises, le gritó en medio de una canción: "Fito, te amooooo!!!!" (como si estuviéramos en un show de Ricky Martin). Y como la manada pesa, bastó que lo gritara una para que lo gritara una segunda. Y una tercera. Y pudieron ser más, si Páez no hubiera parado la cosa contestándoles con sorna:

"Si, si, si. Mucho "te amo" y "te amo" pero después de la tercer copa salen corriendo".


Sobre el espectáculo en sí, en lo que a la música concierne, salí muy satisfecho y me gustó mucho. Páez mezcló sabiamente los temas del nuevo disco con sus composiciones más conocidas. Mostró que es un crack al piano y hasta se apañó para hacer una versión de "Ciudad de pobres corazones" con su guitarra eléctrica y nada más.

Hubo invitados como Fatorusso, Fernando Cabrera y Martín Buscaglia, ninguno de los cuales desentonó. Generosamente (quizá demasiado generosamente), presentó a otro músico joven (cuyo nombre no me quedó) y le permitió interpretar dos composiciones propias.
También hizo varios bises y, entre ellos, un bonito y poco conocido tema de Charly García.

No se puede pedir más.

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