La historia de las búsquedas de Ruben Collado en el Río de la Plata no comienza en forma muy promisoria. En 1984 localizó los restos del buque "Nuestra Señora de Loreto", naufragado en 1792. Pero cuando se disponía a comenzar el rescate, el benemérito arquitecto Mariano Arana "se sentó" sobre el tesoro.
Efectivamente, en su calidad de presidente de la Comisión de Patrimonio Histórico, decidió declarar "monumento histórico nacional" al naufragio e impedir todo trabajo en él.
Pero entender de teorías arquitectónicas no es entender de la vida práctica ni del Derecho. La cuestión es que Collado tenía un contrato y se presentó a juicio. ¿Adivinan cómo terminó el asunto? Con el Estado perdiendo una suma millonaria en dólares, que pagamos usted y yo por los berrinches y caprichitos ajenos.
De todas formas, Collado siguió adelante con otra búsqueda: la del galeón El Preciado. Esta vez no le resultó fácil encontrar inversores, porque quien pone dinero desea ciertas garantías y no quiere arriesgarse a encontrar delirantes que se coloquen por encima de la ley.
Para peor, una vez que logró financiar su operación, Collado no ubicó lo que buscaba. Sin embargo, en el sitio encontró otro naufragio: el de la fragata portuguesa "Nuestra Señora de la Luz" (1752). ¿Y qué se sabía de este navío?
Se trataba de un ex buque portugués que navegaba con bandera española. Estuvo tres años anclado a las afueras de Montevideo, a la espera de cumplir una misión secreta: un embarque valiosísimo que llevar a España.
Esa espera era necesaria, porque desde 1749 se estaba fabricando moneda "a máquina" en Chile por medio de matrices. Gran parte de lo fabricado fue enviado en secreto a Buenos Aires y de allí a Montevideo. Cuando se juzgó suficiente la cantidad acumulada, se preparó la nave para cumplir su tarea.
Pero apenas se aprestaron para zarpar, comenzó una súbita tormenta, tan inesperada como violenta. Tanto así, que ni siquiera se logró hacer embarcar a los últimos pasajeros que se aproximaban en lanchas al buque.
Pronto la nave se perdió de vista y desapareció en medio del tremendo temporal. Con los días, comenzaron a aparecer restos (desde mástiles hasta una lancha), tan esparcidos por la violencia del fenómeno que no permitían fijar un lugar concreto para el siniestro.
De todas formas, en años posteriores se logró recuperar una ínfima parte por medio de buceadores sin equipo alguno. Pero cada vez fue menos y menos lo obtenido, hasta que nada más se localizó.
Encontrar un buque que no buscaba, fue para Collado la mejor de las fortunas: le cumplieron esta vez su contrato, por el cual la mitad de lo recuperado le correspondía. Y para cuando finalizó el rescate, hábía obtenido unas 3.000 monedas de oro, monedas de plata, petacas, cañones, anclas y utensilios varios.
En subasta en la firma Sothebys en Nueva York, se logró recaudar unos 3 millones de dólares. Posteriormente, otra subasta en Montevideo (en la firma Castels & Castels) reportó otra cantidad de dinero para el buscador y para el Estado. Por supuesto, un valor añadido es que la fama de Collado y su reputación crecieron a la par.
Sin duda, un buen final para algo que comenzó con mal pie.
Las imágenes que ilustran este post muestran, por su orden:
- Monedas de un doblón (una onza de oro puro)
- Portada del catálogo de la subasta en Montevideo
- Monedas de plata
- Uno de los cañones recuperados
- Una campanilla de bronce
- Una empuñadura de espada
- Botones y gemelos de metal
- Una vasija de cobre
- Un tenedor de plata
- Un mortero de metal
- Fichas de metal de un juego de mesa de la época
Se recomienda visitar la página de Ruben Collado, muy completa e interesante: http://www.rubencollado.com/index.htm
Otra recomendación: la página del BCU que muestra imágenes y datos sobre monedas del tesoro que se conservaron para el Museo Numismático de dicho organismo: http://www.bcu.gub.uy/autoriza/oplote/tesoro.html
Dato curioso 1: Los éxitos de Collado hicieron que las solicitudes de permisos para exploración y rescate crecieran de tal forma, que la Prefectura se vio obligada a crear, en 1997, una Oficina de Trámite de Buques Históricos Hundidos.
Dato curioso 2: De los documentos de embarque de la época y de cálculos razonables sobre el contrabando que debía haber a bordo (cosa habitual), el equipo de Collado calculó que "Nuestra Señora de la Luz" transportaba unas 53.000 monedas de oro.
Por lo tanto, restan por ubicar alrededor de 50.000 monedas de oro.
En cualquier momento me compro las patas de rana y empiezo a practicar en la bañera. Serán bienvenidos quienes quieran sumarse a la iniciativa (algunas señoritas, incluso, pueden ser habilitadas a practicar en la bañera y todo)
5 comentarios:
Pelado , si te llegas a tirar al agua , Collado te hace sacar , por las buenas o por las malas...
Sigue siendo el dueño del circo.
En cuantoa las monedas , yo conocí a un negro del barrio Buceo que dos por tres andaba con algun pedacito de oro...
El loco decia que iba a bucear y lo sacaba de un naufragio..
Y mas o menos el lugar que el buceaba está cerca de donde Collado encontro el naufragio..
Creo que tenés razón, Fonzi.
Si me tiro al agua por ahí, me van a sacar 47 buzos armados a los dos minutos....
No hay vuelta, Fonzi. No conseguimos el oro nazi del Parque Rodó, no conseguimos los doblones del naufragio..... y ni siquiera tuve ofertas de chicas para practicar en mi bañera!!!!!
hola, hace un tiempo atras encontre en el desierto de atacama en chile, una vasija de cobre muy similar a la mostrada en esta pagina me gustaria tener un poco mas de informacion al respacto, por ejemplo: a que cultura pertenece y su antïgüedad,
de antemano gracias
pollobombero@hotmail.com
Pollobombero:
Te recomiendo visitar el link de Collado, ya que personalmente no tengo datos más allá de los del post.
Suerte!!!!
Ya vi el que el sitio de Collado se mudó a www.rubencollado.com.ar. Hagamos una vaquita para pagarle un buen webmaster que le rediseñe el sitio :D
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