viernes, 13 de junio de 2008

YA NO LOS HACEN COMO ANTES

(Este post surge de una fabulosa colaboración de Pablito El Vejete)

Imaginen esta escena: ustedes están manejando y, de repente, el coche empieza a hacer un ruido medio extraño....click-clack-clack, click-clack-clack....hasta que se detiene el motor.

Llaman al auxilio y la grúa los traslada hasta el taller. El mecánico levanta el capó, toca un poco por aquí y por allá y llama a los otros. Les muestra esto y aquello, hablan un poco en voz baja y, finalmente, todos miran fijamente hacia cierta parte de su motor (con la misma expresión facial que debe haber puesto Einstein al intentar, sin éxito, desarrollar la Teoría del Campo Unificado).

El suspenso es roto por el primer mecánico, que invariablemente dice:
"Bueno, jefe, la verdad que tuvo mucha suerte".

Y cuando usted pregunta por qué, el hombre le contesta:
"Es que se le gastó la bartrubia secundaria que regula el flujo hiperbólico de presión homeostática hacia el inyector.....pero si se le rompía del todo hacía un desastre"

"Aaaaah, caramba...", piensa usted. Y allí empieza el calvario: esa pequeña pieza no tiene repuesto, hay que cambiar entera la parte que va desde tal parte a tal otra. El precio de la original sale ocho veces más cara que la otra. Pero igual la otra demoran en conseguirla, etc., etc.

Y cuando usted hace memoria, se da cuenta de que su coche ha entrado demasiadas veces al taller: el service, roturas, limpiezas, cambios de filtros, ajustes, etc., etc. ¿Le suena conocido?

La próxima vez que le pase algo parecido, se acordará de este post.
Ahora veremos por qué.



Lo que muestra esta foto es un tanque T34, de fabricación rusa, que fue encontrado bajo 7 metros de agua y 3 metros de lodo, en el fondo del lago Kurtna Matasjarv, cerca de Johvi (poblado situado en Estonia).

Entre febrero y setiembre de 1944 se libraron violentas batallas entre tropas alemanas y rusas en la zona. Se calcula que 100.000 hombres resultaron muertos y alrededor de 300.000 fueron heridos.

Gracias a los archivos históricos y a los partes de guerra de la época, se supone que durante uno de esos combates, la batalla de Sinimaed ("colinas azules"), este tanque ruso fue capturado por los alemanes y posteriormente usado por ellos (por eso luce pintura y distintivos del ejército nazi).

Ahora bien, resulta ser que el 19 de setiembre de 1944 los alemanes se retiraron sin poder llevarse todo su equipo, por lo cual este tanque fue hundido en un lago.





Pasó más de medio siglo, cuando un niño de la zona observó que se producían en cierta parte del lago unas burbujas inusuales. Bordeando la orilla y explorando el sitio, descubrió restos de las huellas que las orugas del tanque dejaron al entrar al lago.

Contó el suceso a sus mayores y esto inició pesquisas por parte de los lugareños. Se comenzó a bucear en la zona, sin resultados al principio. Hasta que se hallaron indicios de que algún equipamiento pesado estaba hundido.





Fue necesario contar con el auxilio de una excavadora Komatsu de 68 toneladas para poder retirar el tanque fuera del lago, además de la tarea de una numerosa cuadrilla. La tarea se finalizó seis horas después de iniciada, resultando muy peligrosa por lo difícil del terreno y el declive del mismo. Además, no hay que olvidar un detalle: un tanque T34 en operaciones pesaba alrededor de 30 toneladas.



Una vez que el tanque fue retirado del lago y remolcado hasta sitio seguro, pudo ser examinado en detalle. La fauna del lago le había dado buen uso: fueron retiradas 106 valvas de moluscos de su interior.



Cuando la cuadrilla procedió a limpiar por completo el T34, se pudo constatar que no presentaba el mínimo signo de herrumbre, pese a haber pasado más de medio siglo en el fondo de un lago.

Chequeados sus sistemas por expertos presentes en el lugar, se verificó que todos funcionaban a la perfección. El motor, movido a diesel, exigió un poco más de limpieza y pequeños ajustes, pero logró funcionar sin problemas.

¿Cuál fue el resultado? El tanque, después de las numerosas batallas en que participó, tras ser utilizado por ambos bandos, después de ser hundido adrede en un lago y permanecer varias décadas allí....salió andando del lugar.





Existen planes para restaurarlo íntegramente y exponerlo en un museo de Historia de la Guerra. Nunca podrá determinarse con certeza, pero todo indica que este vehículo, producto de la ingeniería soviética de fines de los años '30 (que a su vez copió muchas cosas de sus pares alemanes), soportó cruentas batallas por muchos meses, sobrevivió a sus diversas tripulaciones y eludió la destrucción por parte de los elementos naturales.

O sea: Ya no los hacen como antes....

2 comentarios:

Fonzi dijo...

Evidentemente no los hacen como antes...
Che que buena la historia y las fotos cual es la fuente ?
SALÚ !

pelado1961 dijo...

No conozco la fuente original, Fonzi.
La noticia me llegó en un PPS desde Brasil.

Un abrazo!!!